Con margen de error de dos puntos para más o menos, el estudio también revela que otro cuatro por ciento de los interrogados no sabe o no respondió.

El resultado indica que la aprobación volvió a despegar respecto al reproche. En mayo, los porcentajes eran de 50 y 47 por ciento, respectivamente. lo que indicaba empate técnico entre los dos indicadores.

La encuesta escuchó a dos mil personas con 16 años o más en 120 municipios entre el 5 y 8 de julio, y el intervalo de confianza es del 95 por ciento.

Según Felipe Nunes, director de Quaest, el grupo de renta familiar de hasta dos salarios mínimos influyó significativamente en la mejora de la evaluación del trabajo del gobernante.

También hubo progreso en la aprobación entre mujeres y evangélicos.

«Aunque es imposible determinar una única razón para el crecimiento en la aprobación del Gobierno, la mejora en la percepción de la economía entre los más pobres sugiere que una parte de la explicación pueda estar ahí», señaló.

Para Nunes, lo que refuerza esa tesis es el hecho de que la economía está perdiendo protagonismo como principal problema del país.

«De un año hasta la fecha, cayó del 31 al 21 por ciento quien afirma que la economía es el principal problema, mientras del 10 al 19 por ciento, quien piensa que es la seguridad, por ejemplo», refirió.

Por otra parte, la aprobación de Lula entre los votantes que se declaran mestizos pasó de 54 para 59 por ciento.

Mientras la reprobación transitó del 43 al 37 por ciento. El margen de error es de tres puntos porcentuales.Entre los blancos, el asentimiento pasó de 45 para 47 por ciento y el reproche de 54 para 50 por ciento, con margen de error de cuatro puntos.

Los que se declaran negros pasaron el consentimiento de 56 para 59 por ciento. La desaprobación cayó de 40 para 39 por ciento, con margen de error de cinco puntos porcentuales. Además de la aprobación personal del presidente, la encuesta también evaluó el desempeño del Gobierno.

Los datos muestran que un 36 por ciento de los consultados considera la gestión gubernamental como positiva, mientras un 30 la evalúa de forma negativa. Otro 30 por ciento clasifica el trabajo de la administración de regular.