“La ALADI considera fundamental impulsar iniciativas de intercambio que promuevan las buenas prácticas para contribuir con la implementación de la gestión coordinada de fronteras que nos permita la erradicación de los cuellos de botellas, facilitando el comercio y haciendo que nuestros países sean más competitivos”, expresó la Presidente del Comité de Representantes, Representante Permanente de Cuba junto a la ALADI, este jueves (04.07.2024) durante un seminario en la sede del organismo.
La Embajadora Zulan Popa Danel se refirió a esa reingeniería integral de los Puestos de Frontera como uno de los temas con mayor potencial de beneficios para nuestro comercio, aunque es el más difícil de implementar. “Se requiere voluntad política, coordinación y compromiso no solo a nivel nacional sino binacional, tanto de los sectores público y privado que operan en toda la cadena logística”, apuntó.
“Si bien hay avances en algunos países de la región, como las iniciativas en el MERCOSUR, la Comunidad Andina y la Alianza del Pacífico, todavía son esfuerzos incipientes en la materia”, dijo.
En esa línea, Queila Delgado, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), reveló una serie de retos en la región, supeditados a los elevados costos de logística, la inseguridad, VUCES no interoperables, falta de infraestructura vial adecuada, procesos de despacho complicados con equipos obsoletos, deficiente aplicación de riesgo, políticas desiguales entre países, falta de sistemas integrados de transportes, de aduana, de cuarentena, de migraciones, planificación logística no distribuida adecuadamente.
Con base en las mejores prácticas internacionales de gestión fronteriza, la representante del BID se refirió a la “Gestión de riesgos, un paso esencial hacia la efectividad de los controles fronterizos”. Explicó que la “Gestión Coordinada de Fronteras» es la iniciativa que mejora la efectividad o eficiencia de los controles fronterizos ejecutada por dos o más entidades de control.
De acuerdo con la propuesta del BID sobre “Gestión Coordinada de Fronteras”, es vital tener en cuenta el Sistema Integral de Riesgo; vale decir, “por un lado, un análisis para la consolidación de las variables y condiciones que las instituciones consideran relevantes para la seguridad y el control. Por otro lado, los usuarios deben mantener un nivel de percepción de riesgo que desaliente las acciones ilegales”.
Así, el sistema integral de gestión de riesgos permite fortalecer la competitividad del comercio externo, buscando garantizar la coordinación eficiente y eficaz de los controles por parte de las instituciones con responsabilidad sobre los mismos.
Queila Delgado subrayó, en ese sentido, la importancia de propiciar un “consenso” sobre el esquema a implementar, para lo cual se debe considerar que la Gestión Coordinada de Fronteras requiere de una “gobernanza” basada sobre la coordinación desde el inicio. “Esto es más crítico que la digitalización (…) Hay una necesidad de diálogo”, concluyó.
En su intervención, Eric Julio Rodríguez, representante de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), explicó la figura de Operador Económico Autorizado (OEA) como operador confiable en la gestión coordinada de fronteras.
Recordó que el modelo está fundamentado en el Marco Normativo para Asegurar y Facilitar el Comercio Mundial (SAFE, por su sigla en inglés) de la OMA, que incluye medidas de facilitación comercial y control fronterizo de manera coordinada entre las entidades de control fiscal y parafiscal para reducir el tiempo y costo del tránsito y asegurar un control eficiente de las personas y mercancías.
A tal efecto, Eric Rodríguez destacó los antecedentes, los objetivos y los tres pilares del Marco SAFE.
Concretamente, el especialista definió el término OEA como “un operador de confianza que tras cumplir una serie de requisitos, podrá disfrutar de ventajas aduaneras en todo el territorio y tendrá la consideración de operador seguro y fiable para el resto de los integrantes de la cadena logística en todo nuestro ámbito territorial y, cuando se desarrolle el mecanismo del reconocimiento mutuo, en buena parte del mundo” (BID, Curso Gestión Coordinada de Fronteras, módulo 1. Rafael Molina Martínez, pág 31, 2015)
De esa manera, la empresa que ante la aduana muestre un alto compromiso de tener las medidas para proteger la cadena de suministro es interviniente en la gestión coordinada de fronteras.
Claramente, la gestión coordinada de fronteras es un modelo que facilita la conexión de los sectores, el público (aduana, agricultura, migración, salud, antinarcóticos, otros organismos) y el privado, para optimizar el control fiscal y parafiscal, garantizar la seguridad fronteriza, promover la facilitación del comercio y agilizar el tránsito de personas, sin que se comprometa la calidad de los controles respectivos.
Tal modelo puede implementarse a nivel nacional, binacional, regional y mundial según el grado de integración política. A tal efecto, Eric Rodríguez se refirió al “Acuerdo de Reconocimiento Mutuo” entendido como el “principio amplio” en virtud del cual los beneficios debidamente otorgados por una aduana a su operador comercial son reconocidos y aceptados por otra aduana.
Con este instrumento, se busca “gestionar el riesgo de forma integral” y “asegurar la cadena suministro/logística desde su origen hasta el destino”.
De acuerdo con la OMA, cada vez “hay más participantes que utilizan el Programa OEA”, es decir, la herramienta que apunta hacia el fortalecimiento y la facilitación del comercio.
Ejemplos de ello son las experiencias de las aduanas de Colombia, República Dominicana, Paraguay y Guatemala al aplicar el OEA a otras áreas públicas mediante el trabajo interinstitucional. También, la implementación del OEA a las empresas de Comercio Electrónico.
En el cierre, participó Rafael Laurentino,Coordinador de Régimen Origen de ALADI quien concordó en la complejidad y la importancia de la colaboración efectiva de las partes interesadas para facilitar el comercio en la región.