El expresidente de Colombia Ernesto Samper (1994-1998) abogó hoy por una nueva arquitectura financiera en la región, en la cual se puedan establecer alianzas y nuevas estrategias con los bancos del Sur global y los asiáticos.
Al abordar en el foro Los desafíos de la Integración en América Latina y el Caribe, organizado por el SELA, el político colombiano reflexionó sobre los retos y potencialidades actuales de la zona latinoamericana y caribeña, que, dijo, no puede desvincularse de la situación global. Recordó la celebración hace 25 años de la cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Cartagena, Colombia, en la cual se abordaron temas de no alineamientos como la concentración del capital y la lucha contra la pobreza, entre otros.
El también exsecretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (2014-2017) valoró que si esas mismas reflexiones se hicieran ahora “nos daríamos cuenta que todavía estamos más complicados y más necesitados de un no alineamiento activo, no pasivo”, acotó.
La humanidad, dijo, atraviesa por un nuevo escenario de guerra fría con el conflicto entre Ucrania y Rusia, y la agresión de Israel contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza, por lo que “estamos en un escenario de confrontación violenta y armada”.
Mencionó también otros “desafíos aterrorizantes” como el cambio climático, una eventual guerra nuclear, además de enfrentarnos a un proceso de robotización producto del desarrollo de la inteligencia artificial, que “nos amenaza como seres humanos”.
Hoy más que nunca, subrayó, necesitamos de un no alineamiento activo para que no se desborden estos fenómenos y lleguen a números extremos que puedan complicar la propia supervivencia en el planeta.
El abogado colombiano cuestionó el orden que prevalece en el mundo actual y defendió la construcción de “un nuevo sistema de gobernanza mundial”, en el que “tenemos que actuar como bloques para que esto funcione y debe trabajarse como sistema de bancadas”, sugirió.
Comentó que a 32 países se les impone hoy sanciones económicas de manera unilateral, las cuales tienen que ser rechazadas porque ninguna nación tiene derecho a»imponer sus normas» a otro Estado.
Al respecto se refirió a los 10 mecanismos subregionales de integración existentes en la región y preguntó por qué no aprovechar las ventajas comparativas de esos organismos porque hoy “necesitamos de un nuevo proyecto y modelo de integración”.
Samper señaló que la integración es una exigencia del momento y estimó que para la construcción de un nuevo modelo la región requiere transformar conceptos como el valor agregado de nuestros productos, la inclusión social y la movilidad de las personas.
El embajador Clarems Endara, secretario permanente del Sistema Económico Latinoamericano y el Caribe (SELA), expresó que nuestra integración se construyó con una visión extra regional y consideró que esta ha sido una de las trabas que impidió “una integración mucho más sólida”.