El presidente de la Cámara Paraguaya de Comercio Electrónico (Capace), Andrés Veirano, dijo al diario La Nación que el año anterior las ventas en línea aumentaron un 35 por ciento respecto al 2022 y superaron los mil 300 millones de dólares.
“Este crecimiento se debe a mejoras en la infraestructura tecnológica, mayor acceso a internet y políticas favorables al comercio electrónico. Además, las iniciativas para fortalecer las micro, pequeñas y medianas empresas permitieron a las empresas locales expandir su presencia en el mercado digital”, precisó.
Según Veirano, el número de transacciones pasó de 1,8 millones en 2023 a alrededor de cuatro millones durante el primer trimestre del presente 2024, beneficiando así tanto a consumidores como a empresarios.
Si bien reconoció que los primeros pasos del comercio electrónico en Paraguay fueron lentos por las limitaciones en la infraestructura, apuntó que el panorama tuvo un cambio drástico porque en la última década se observó un aumento constante en el volumen de usuarios de internet y en el uso de los dispositivos móviles.
Subrayó que la pandemia fue un gran impulsor para esa modalidad compra-venta de artículos a nivel mundial y en el país actualmente casi el 60 por ciento de los consumidores la prefieren por la conveniencia, la variedad de opciones y la facilidad de uso de las plataformas digitales.
El ejecutivo citó entre los rubros con mayor demanda a los artículos de las farmacias, el sector de salud y belleza, de los alimentos y bebidas, la indumentaria deportiva, los electrodomésticos y el entretenimiento.
Por otro lado, reconoció los problemas que todavía persisten para lograr un despegue más relevante del comercio electrónico y comentó sobre las acciones en marcha para solucionarlos.
“Desde Capace reconocemos los desafíos que enfrentan los consumidores en Paraguay, especialmente en lo que respecta a estafas y phishing en el ámbito digital. Ante esta realidad, hemos priorizado la seguridad de los usuarios como uno de nuestros principales objetivos”, expresó.
Añadió que trabajarán en la educación de las empresas y consumidores para aumentar la conciencia sobre las amenazas en línea y ofrecer pautas prácticas para evitarlas, además de fomentar el empleo de herramientas como el cifrado y la autenticación de datos a fin de salvaguardar la información personal y financiera de los usuarios.