Bolivia inauguró este martes (26.03.2024) en la región de Santa Cruz (este) su primera planta de biocombustibles. Esto con el fin de bajar gradualmente la millonaria subvención para importar hidrocarburos, que provoca la escasez de dólares.
"La industrialización es el único camino para sacar al país de la dependencia de importación de gasolina y diésel", afirmó el presidente Luis Arce en el acto de inauguración.
"Nuestro desarrollo, nuestro crecimiento, el día a día, no pueden depender de una importación", como la de combustibles, agregó el mandatario.
Según el gobierno, la planta tendrá una capacidad de producción de 3,1 millones de litros de combustible y utilizará como principales insumos soja, palma y girasol.
Se trata de una primera planta, mientras que una segunda estará lista en la ciudad andina de El Alto, vecina de La Paz, a partir de fin de año. El gobierno planea instalar una tercera planta, de aceites hidrotratados (similar al diésel fósil), que quedará pronta el próximo año.
Según el Viceministerio de Comunicación, con las tres plantas Bolivia producirá 12.000 barriles de biocombustibles por día que estarán en condiciones de sustituir hasta un 48% las importaciones de gasolina y diésel.
La importación de combustibles se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el gobierno del presidente izquierdista Arce. En 2023, el Poder Ejecutivo destinó de 1.100 millones de dólares para subvencionar el precio de los carburantes y para 2024 presupuestó 1.408 millones de dólares.