El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Qu Dongyu, pidió el lunes centrarse en las personas más vulnerables para que “no se quede nadie atrás” en América Latina y el Caribe.
“Las personas más vulnerables se ven más afectadas por los desafíos que enfrentamos. Ellos tienen que ocupar el centro de nuestras intervenciones para que no se quede nadie atrás”, subrayó en la inauguración en Guyana de la 38 Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Qu indicó que de esta forma se podrán “utilizar datos oportunos y acertados para mejorar la toma de decisiones, al igual que lo es el monitoreo de tendencias que permiten anticipar las fluctuaciones de precios en productos básicos y alimentos”.
El objetivo para 2030 es erradicar el hambre, pero a día de hoy todavía hay 43 millones de personas en la región que pasan hambre.
Entre los “muchos desafíos” citados por el director de la FAO en su discurso, figuran una ralentización de la actividad económica, la volatilidad de precios de productos básicos, los altos costos de los alimentos y el impacto del cambio climático.
Qu abogó por promover el desarrollo local, las tecnologías punteras y la innovación para responder a estos temas tan complejos, priorizando la resiliencia.
Destacó iniciativas regionales como la de Brasil para luchar contra el hambre y la desnutrición y la de la Comunidad del Caribe (Caricom) para reducir la importación de alimentos.
“La región de América Latina y el Caribe está bien posicionada para impulsar avances mundiales en estos temas”, afirmó Qu, quien recordó que es rica en recursos naturales y produce el 14 % de los alimentos mundiales.
El director general de la FAO destacó que la conferencia que comenzó hoy es “una plataforma importante para que los Estados miembros compartan ideas, conocimientos y soluciones innovadoras para los desafíos que enfrenta la región”.
Las prioridades regionales y principales temas que se abordarán en la reunión son la producción eficiente, inclusiva y sostenible; la seguridad alimentaria y nutrición; la gestión sostenible de los recursos naturales y la adaptación a la crisis climática y la reducción de las desigualdades, pobreza y promoción de la resiliencia.
Participan en la conferencia, de cuatro días de duración, ministros de Agricultura, oficiales de Gobierno, y otros sectores, como organismos y agencias de la ONU, organizaciones intergubernamentales, sociedad civil, sector privado, academia e instituciones de investigación.