El bajo desempeño educativo de los países de América Latina y el Caribe, que quedó una vez más en evidencia con los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) 2022 de la OCDE, demanda respuestas decididas por parte de los países de la región para retomar los avances de las últimas décadas, revertir los daños y cicatrices dejados por la pandemia del COVID-19 y avanzar hacia un desarrollo más productivo, inclusivo, sostenible, democrático y con justicia social, plantearon especialistas en seminario realizado hoy en la CEPAL.
El evento de Lanzamiento de PISA 2022 para América Latina y el Caribe fue organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Oficina Regional de la UNESCO en Santiago, y contó con la participación de especialistas en educación y representantes de gobiernos de la región.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL; Andreas Schleicher, Director de Educación y Habilidades de la OCDE (virtual); y Claudia Uribe, Directora de la Oficina Regional Multisectorial de la UNESCO en Santiago.
“Los resultados de la medición 2022 de la prueba PISA que realiza la OCDE confirman nuestros peores temores sobre el deterioro general de los aprendizajes de toda una generación de escolares, no solo en la región, sino en todo el mundo. El apagón educativo en América Latina y el Caribe provocado por la pandemia de COVID-19, el mayor experimentado en todo el mundo, ha dejado daños y cicatrices, que, desafortunadamente, serán visibles en la región por muchos años más”, alertó José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL.
A pesar de los avances educativos de las últimas décadas en la región, antes de la pandemia ya se veían signos visibles de estancamiento, de acuerdo con los diagnósticos de dos estudios divulgados en 2022: el Panorama Social de América Latina y el Caribe 2022: la transformación de la educación como base para el desarrollo sostenible, de la CEPAL, y el Informe regional de monitoreo ODS4-Educación 2030, elaborado por UNESCO, UNICEF y CEPAL. Tras el COVID-19, existía un alto riesgo de una generación perdida que debía abordarse con urgencia, advertía el año pasado la Comisión.
“Para avanzar hacia un patrón de desarrollo más productivo, inclusivo y sostenible, y también más democrático y con mayor justicia social en América Latina y el Caribe, el mejoramiento de los sistemas educativos es una condición indispensable”, sostuvo el máximo representante de la CEPAL, quien llamó a aprovechar la información que entregan evaluaciones internacionales como PISA, así como otros diagnósticos generados regionalmente, para diseñar e implementar acciones concretas para el mejoramiento educativo en la región.
Andreas Schleicher, Director de Educación y Habilidades de la OCDE, señaló que "si bien debemos estar preocupados por la disminución general del rendimiento en todos los países participantes en PISA, nuestros últimos resultados muestran que, a pesar de los considerables desafíos, algunos países de América Latina han logrado avances notables en términos de rendimiento en matemáticas, lectura y ciencias, a la vez que han mejorado en términos de equidad y escolarización”.
Por su parte, Claudia Uribe, Directora de la Oficina Regional Multisectorial de la UNESCO en Santiago, aseguró que "PISA 2022 nos invita a tomar acciones, ya que nos muestra que una gran proporción de niñas y niños en la región no logran obtener competencia mínimas, tales como que un 25% de los estudiantes obtuvieron las competencias mínimas en matemáticas. Estos bajos rendimientos ya lo venía alertando el estudio ERCE de la UNESCO antes de la pandemia".
PISA mide la capacidad de los estudiantes de 15 años (que cursan al menos el séptimo grado) de utilizar sus conocimientos y habilidades de lectura, matemáticas y ciencias para afrontar los retos de la vida real.
Según se informó durante el evento, unos 690.000 estudiantes de 15 años en 81 países y economías participaron en PISA 2022, incluidos 14 países de América Latina y el Caribe: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
Desde su inicio en el año 2000, la participación de los países de la región se ha triplicado: pasó de 5 a 14.
Pese al panorama heterogéneo de la región, PISA 2022 confirmó que América Latina y el Caribe sigue mostrando un bajo desempeño educativo a nivel internacional.
En la región, tres de cada cuatro estudiantes no alcanzan las competencias mínimas en matemáticas (en comparación con un 31% de la OCDE), 55% no cuenta con habilidades básicas de lectura y 57%, de ciencias. Todos los países de la región están mejor posicionados en lectura que en matemáticas y ciencias.
Los países con mejor desempeño en las tres pruebas son Chile y Uruguay, y los países con menor desempeño son El Salvador, Guatemala, República Dominicana y Paraguay.
PISA 2022 registró una caída sin precedentes en el desempeño de la OCDE en matemáticas y lectura. En cambio, en la región la evolución de los países es mixta.
En matemáticas, por ejemplo, Costa Rica, México, Uruguay y Perú bajaron su rendimiento; Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Panamá se mantuvieron estables; y República Dominicana, Paraguay y Guatemala mejoraron su rendimiento.
Se evidencia, por otra parte, una alta desigualdad en el rendimiento educativo que perjudica a los estudiantes en situación de mayor vulnerabilidad: en promedio, el 88% de los estudiantes más pobres de la región tienen bajo desempeño en matemáticas, comparado con el 55% entre los más ricos.
En esa línea, PISA 2022 da cuenta de una mayor escasez de recursos humanos y pedagógicos en las escuelas de menor nivel socioeconómico de la región.
De acuerdo con datos de la CEPAL, en promedio, en 2022, el gasto público en educación en América Latina y el Caribe cumplía con al menos uno de los dos compromisos globales de financiamiento educativo: un gasto de al menos 4% del PIB o 15% del gasto público total. No obstante, los países que más invierten en educación en la región invierten menos que prácticamente todos los países de la OCDE. En promedio, los países de la OCDE invierten por estudiante casi 5 veces lo que invierten los países de América Latina y el Caribe.
Para abordar estos y otros desafíos, a finales de enero de 2024 se realizará en la sede de la CEPAL una reunión ministerial extraordinaria de ministras y ministros de Educación de América Latina y el Caribe, convocada por la UNESCO y el Ministerio de Educación de Chile, y coorganizada por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), el Banco Mundial, la CEPAL y UNICEF.