Al mismo tiempo que luchan para ser resilientes y tratan de adaptarse a la crisis ambiental para seguir produciendo alimentos sanos y nutritivos, los agricultores realizan valiosas contribuciones a los objetivos globales de mitigación del cambio climático.
Así lo demostraron en la COP28, que se realiza en Emiratos Árabes Unidos con la presencia de más de 70.000 líderes mundiales, entre jefes de Estado, ministros, altos funcionarios, organismos internacionales, representantes del sector privado, jóvenes y organizaciones de la sociedad civil, reforzando el protagonismo de la agricultura en el mayor foro de negociación y discusión sobre el presente y el futuro de la lucha mundial contra el cambio climático.
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), junto a sus 34 Estados Miembros y sus aliados en el sector privado de la producción agroalimentaria, está cumpliendo un papel destacado en la cita que se extiende hasta el 12 de diciembre, ya que es anfitrión de los principales de debate del sector en su pabellón, denominado Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas.
Pequeños productores y empresas alimentarias se unieron al IICA en una presentación que despertó un gran interés en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en Dubái.
El evento se refirió al protagonismo de los agricultores en todo el mundo en la agenda que combina acción climática y seguridad alimentaria, en la que juegan un papel central tanto la cooperación internacional como la innovación.
Elizabeth Nsimadala, Líder de la Federación de Agricultores del Este de África, y Felix Sum, productor en Kenya, fueron dos de los agricultores que participaron, junto a Emily Rees, presidente y CEO de Croplife International, organización líder en innovación en la producción agroalimentaria, y Lloyd Day, Subdirector General del IICA.
También fueron oradores Arnold Puech D’Alissac, presidente de la Federación Mundial de Agricultores (WFO); Shou Jiading, Director de Programas en el centro de conservación Shan Shui, que es una ONG conservacionista de China; y Sue Ogivily, de Farming for the Future, organización que promueve una agricultura resiliente y baja en carbono en Australia.
Entre los asistentes estuvieron Saboto Caesar, Ministro de Agricultura de San Vicente y las Granadinas, y Francisco Minuche Verdaguer, Viceministro de Desarrollo Rural de Ecuador.
“El cambio climático es un fenómeno real, que ya está sucediendo y que cambia las condiciones en las que hemos estado produciendo”, dijo Emily Rees, de Croplife International, quien explicó que el deterioro de los ecosistemas tiene múltiples efectos perjudiciales para la producción de alimentos.
El Director General del IICA, Manuel Otero, ha remarcado que "los agricultores son esencialmente víctimas del cambio climático y no sus principales responsables. El sector agropecuario de la región ha hecho enormes avances a favor de la sostenibilidad durante los últimos años y es parte de la solución al cambio climático, además de sostén de la seguridad alimentaria del planeta":
Agricultores, víctimas del cambio climático
“La deforestación, por ejemplo, impulsa la expansión de pestes y enfermedades, ya que los bosques son barreras naturales”, dijo Rees. Agregó que los agricultores son los verdaderos protagonistas de los cambios a través de la recuperación de los ecosistemas y que tienen por delante desafíos pero también grandes oportunidades, gracias a las nuevas tecnologías que favorecen la resiliencia y la productividad.
“Es una gran noticia ver a tantos agricultores siendo protagonistas de la COP28”, dijo Lloyd Day. El Subdirector General del IICA explicó que uno de los mensajes claves del organismo de desarrollo agrícola del continente es que los productores pequeños, medianos y grandes tienen que estar sentados a la mesa donde se discuten las transformaciones que ya están en curso del sector.
“Los agricultores más vulnerables no pueden asumir el costo de la adaptación a fenómenos meteorológicos cada vez más extremos, que afectan cosechas y formas de vida”, aseguró Day, quien se mostró convencido de que la agricultura puede reducir sus emisiones de efecto invernadero, restaurar los suelos y al mismo tiempo garantizar la seguridad alimentaria mundial.
Elizabeth Nsimadala habló en nombre de los agricultores de África, continente con el que el IICA ha construido puentes en el entendimiento de que, como las Américas, es clave para la seguridad alimentaria global, es rico en recursos naturales y sufre fuertemente el impacto del cambio climático.
La agricultora de Kenya dijo que el gran desafío es que el sector agropecuario esté integrado a todos los niveles de los planes climáticos, incluso en la preparación de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), que son los objetivos que cada país se traza periódicamente en materia de mitigación y adaptación.
“Nadie entiende de agricultura como los agricultores, pero no tenemos todavía el lugar que merecemos en las discusiones. El desafío es que se escuche más fuerte nuestra voz”, afirmó.