El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien a partir del próximo 1 de diciembre presidirá el G20, aseguró hoy que intentará traer "la paz y la prosperidad" en el mundo a través del diálogo mientras presida el bloque.
Durante una Cumbre Virtual del bloque celebrada este miércoles, Lula habló de la complejidad de los problemas globales y recordó que entre las prioridades de Brasil en el G20 está el fortalecimiento de la gobernanza global "para hacer frente a viejos y nuevos problemas".
"Las rivalidades geopolíticas persisten, la economía mundial se ralentiza y las consecuencias del cambio climático se suceden. El recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio se suma a las múltiples crisis a las que ya nos enfrentábamos", afirmó.
"Este conjunto de retos exigirá voluntad política y determinación por parte de los Gobiernos y dirigentes de todos los países y organizaciones internacionales. A través del diálogo, debemos devolver al mundo al camino de la paz y la prosperidad. El G20 tiene un papel central que desempeñar", añadió.
Desde que asumió la Presidencia brasileña, el pasado 1 de enero, en discursos pronunciados en diversos foros internacionales, Lula ha sostenido que el actual modelo de gobernanza, creado tras la Segunda Guerra Mundial, ya no representa la geopolítica del siglo XXI. Para el presidente, es necesaria una representación adecuada de los países emergentes en órganos como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En la actualidad, este consejo, que tiene poder para tomar decisiones importantes para la paz internacional, solo incluye a Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido, que tienen poder de veto sobre las decisiones de la mayoría. El consejo rotatorio incluye actualmente a Albania, Brasil, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Gabón, Ghana, Japón, Malta, Mozambique y Suiza.
En otro aspecto, Lula también saludó el acuerdo entre Israel y el grupo palestino Hamás para la liberación de rehenes. "Espero que este acuerdo pueda allanar el camino para una solución política y duradera a este conflicto y para la reanudación del proceso de paz entre Israel y Palestina", dijo.
El acuerdo implica la liberación de 50 rehenes por parte de Hamás a cambio de una tregua temporal de cuatro días en los bombardeos de la Franja de Gaza y la liberación de 150 prisioneros palestinos por parte de Israel.