La agricultura y la ganadería deben ser reconocidas como una de las partes de la solución global para garantizar la seguridad alimentaria y energética en el mundo, con acciones y tecnologías que contribuyan a emitir menos gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático, enfatizó hoy miércoles la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA) en un comunicado.
Según el comunicado, la institución presentará la propuesta del sector agrícola brasileño para la 28ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28), que se celebrará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
Elaborada conjuntamente con productores rurales de todo Brasil, federaciones estatales de agricultura y ganadería y sindicatos rurales, la posición representa una contribución de la agricultura brasileña para subsidiar al Gobierno del país sudamericano en las negociaciones de la COP, destacando el papel brasil en ayudar a garantizar la seguridad alimentaria, energética y climática en el mundo.
En el documento de posición, la CNA destaca que los temas que serán analizados en la COP 28 son esenciales para impulsar las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático dentro de las discusiones sobre la implementación del Acuerdo de París, firmado en 2015 y con la definición de metas por parte de los países y de Brasil a través de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs).
La organización recuerda que Brasil, con una de las legislaciones ambientales más estrictas del mundo, ha construido un enorme activo ambiental a través de la agricultura en las últimas décadas, lo que ha hecho que el sector preserve el 33 por ciento del territorio nacional, además de invertir en una agricultura tropical baja en carbono reconocida como ejemplar.
El sector también ha adoptado tecnologías que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y favorecen la adaptación de los sistemas de producción, combinando la producción y la preservación del medio ambiente, lo que ha convertido al país en un referente en la construcción de una ambiciosa política de acción climática para la agricultura y la seguridad alimentaria.
"Este inmenso capital ambiental y climático nos ha permitido desarrollar este potencial para responder al desafío de producir más, mejor y con menor impacto ambiental y climático. La posibilidad de reducir los impactos, añadir innovación para los pequeños, medianos y grandes productores, y mejorar continuamente la producción combinando adaptación y mitigación será importante para lograr las contribuciones del sector agrícola a las NDC", subraya el documento.
Entre los puntos resaltados, la CNA considera que la COP 28 marca un momento importante en la implementación del Acuerdo de París. Será el momento de consolidar la primera evaluación global de los esfuerzos de los países para limitar el aumento de la temperatura a un máximo de 1,5°C, a través de las NDCs.
Ante los impactos que el calentamiento global podría tener en la agricultura y en la consecución de la seguridad alimentaria mundial, la CNA refuerza la idea de tratar siempre la agricultura desde la perspectiva de la mitigación, la adaptación y los cobeneficios, sin descuidar la reducción de emisiones.