Durante el Diálogo de Alto Nivel de Seguridad entre México y Estados Unidos, funcionarios de ambos países compartieron los resultados de unas conversaciones que el secretario de Estado estadounidense calificó como "extremadamente positivas". Además, la representación encabezada por Blinken anunció nuevas medidas para repatriar a los migrantes venezolanos en territorio estadounidense, afirmando que ya existen las condiciones de seguridad necesarias para que regresen al país sudamericano.
"Creemos en puentes, no en muros", sentenció la secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, durante la rueda de prensa posterior al ciclo de conversaciones a puerta cerrada, en donde Antony Blinken fue acompañado por el secretario de Seguridad Nacional, Alejando Mayorkas, y el fiscal general estadounidense Merrick Garland.
Uno de los temas que generó desencuentros entre ambas delegaciones fue la ampliación del muro en la frontera entre ambos países. En la previa al diálogo, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se había expresado decepcionado por la decisión de la Administración Biden de avalar la ampliación de la barrera, calificando la decisión como "un paso atrás" en la cooperación entre ambos países.
Sin embargo, Bárcena mencionó que la representación estadounidense afirmó que, el dinero que se había destinado para el muro en 2019 durante el mandato de Donald Trump y que ahora el congreso presiona a Joe Biden para utilizar, no será destinado para una ampliación física de la barrera, sino que para el desarrollo de mayor tecnología en los tramos ya construidos.
"Entiendo que no va a ser a través de muros, será a través de tecnologías, será a través de otro tipo de instalaciones (…)Creo que esto es lo que el secretario Mayorkas tuvo la amabilidad de explicarnos, porque obviamente expresamos nuestra preocupación.", sentenció la funcionaria mexicana.
Por otro lado, la representación diplomática de Washington confirmó que seguirán cooperando con México para la repatriación de migrantes venezolanos en el territorio estadounidense, aunque también confirmaron que están trabajando para ampliar las vías legales por las cuales todos aquellos interesados pueden optar por migrar legalmente al país norteamericano.
"Hemos determinado que es seguro devolver a los ciudadanos venezolanos que llegaron a Estados Unidos después del 31 de julio y no tienen una base legal para permanecer aquí", mencionó Mayorkas, añadiendo que ambos países enfrentan "un reto sin precedentes", refiriéndose al éxodo venezolano.
Sobre ello, el secretario de Estado estadounidense confirmó que el Gobierno de Joe Biden entrenará a 200 oficiales migratorios mexicanos para "examinar, identificar y ayudar mejor a las víctimas potenciales de la trata de personas".
La crisis por el consumo de fentanilo en Estados Unidos fue otro de los temas que se abordó en las conversaciones entre los funcionarios mexicanos y estadounidenses.
Por un lado, Blinken fue enfático en sus agradecimientos a López Obrador por una conversación "extremadamente positiva y productiva" entorno a la cooperación del país latinoamericano en la lucha contra el fentanilo. El funcionario resaltó la extradición de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, a Estados Unidos, materializada el pasado 14 de septiembre, como una muestra del compromiso mexicano en el combate contra el tráfico de drogas.
Ovidio Guzmán, aliás 'El Ratón', es líder de una célula delictiva conocida como 'Los Chapitos', señalados por el Gobierno estadounidense de ser uno de los principales responsables del tráfico de fentanilo a territorio estadounidense.
Sin embargo, el tema de la droga que se ha convertido en la principal causa de muerte de personas que están entre los 18 y los 40 años de edad en Estados Unidos, según expresó Blinken, no estuvo exenta de desacuerdos entre ambas naciones.
A pesar de los señalamientos estadounidenses de que en México si se produce fentanilo, Rosa Icela Rodríguez, secretaría de Seguridad y Protección ciudadana, fue enfática en reiterar la postura oficial mexicana de que en el territorio azteca, no se produce dicha droga.
"México no es un productor de fentanilo, es un país de tránsito y aquí no se han detectado laboratorios dedicados a ello", subrayó Rodríguez, añadiendo que los materiales necesarios para producir la sustancia provienen de Asia, aunque reconoció que sí que se han detectado laboratorios clandestinos que producen la droga, que ya están siendo desmantelados por las autoridades mexicanas.
Entre tanto, la delegación mexicana propuso la creación de un cuerpo internacional que integre a todas las naciones que produzcan "los químicos precursores del fentanilo", para así establecer una red de colaboración más cercana entre ellos y llegar a acciones multilaterales concretas para combatir el tráfico de estupefacientes a Estados Unidos.