Bolivia se posicionará entre las economías líderes en la región sudamericana en términos de crecimiento económico en 2023 en medio de un escenario global marcado por la volatilidad y la incertidumbre, vaticinó hoy martes el Gobierno.
En conferencia de prensa, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, señaló que, pese al complicado contexto internacional caracterizado por la desaceleración económica global, la inflación en aumento y el desempleo, el país cerrará el año con indicadores económicos positivos.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revisó al alza su pronóstico de crecimiento para Bolivia, del 2 por ciento en abril a 2,2 por ciento en septiembre.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo su estimación en 1,8 por ciento tanto en abril como en octubre, mientras que el Banco Mundial ajustó su proyección de 2,5 por ciento en junio a 1,9 por ciento este mes.
En esa línea, el ministro enfatizó que estas cifras destacan la resiliencia de la economía boliviana, que ya ha demostrado un sólido proceso de recuperación, con tasas de crecimiento del 6,1 por ciento en 2021; del 3,5 por ciento en 2022 y el 2,3 por ciento en el primer trimestre de 2023.
Según Montenegro, para el sostenimiento de la recuperación económica la demanda interna juega un papel crucial que permite "equilibrar" la desaceleración de la demanda externa.
El ministro resumió que la economía boliviana sigue en una trayectoria de recuperación firme y constante, superando los indicadores previos a la pandemia del nuevo coronavirus, reduciendo el desempleo, manteniendo la inflación bajo control y sosteniendo el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).