La oportunidad y la necesidad de concretar en 2023 el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, alcanzado en junio de 2019 pero aún pendiente de ratificación, fue resaltada por un debate celebrado este miércoles en Buenos Aires.
Bajo el lema "El Acuerdo Mercosur-Unión Europea. Caminos y estrategias para su aprobación", el embajador de la UE en Argentina, Amador Sánchez Rico; la de España, María Jesús Alonso; el presidente de las cámaras de comercio italiana y europea en el país suramericano, Giorgio Alliata Di Montereale; y el expresidente del Senado argentino Fernando Pinedo coincidieron en la relevancia de alcanzar este acuerdo antes del 31 de diciembre de 2023.
"Es un momento de inflexión geopolítico, un mundo menos hegemónico, un mundo más multipolar y, al mismo tiempo y sorprendentemente, menos multilateral", explicó el representante de la UE en Argentina, quien resaltó que la guerra de Ucrania evidenció la "vulnerabilidad" de las cadenas de suministro, por lo que ahora Europa debe mirar a Latinoamérica.
El diplomático resaltó la "complementariedad" entre ambos bloques como el eje para ratificar el acuerdo: el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) es potencia en "biodiversidad, energías renovables, producción agrícola, materias primas estratégicas" y la UE en "capacidad tecnológica y de inversión".
Por su parte, Pinedo, referente en política exterior de la coalición opositora Juntos por el Cambio (centroderecha) y cuyo nombre suena como eventual canciller de la candidata presidencial Patricia Bullrich, calificó de "excepcionalmente gravoso" si no se concreta la aprobación del acuerdo.
No obstante, se mostró "optimista" sobre el logro de "un cambio histórico" para Argentina, que supondrá "dejar atrás años de decadencia y destrucción".
En su opinión, el Mercosur "requiere una transformación" y ampliar la "integración regional, pero abierta al mundo y no cerrada a él".
Para Alonso, cuyo país ocupa la Presidencia semestral del Consejo de la UE, sería "malo" que ambas partes no firmaran "un acuerdo que podría ser histórico y favorecer a los dos continentes".
"Creemos que somos dos economías compatibles", indicó la diplomática, quien defendió las exigencias ambientales europeas: "Si queremos un comercio sostenible y defender el pacto verde, creo que el acuerdo es fundamental y no hay alternativa a dicho acuerdo desde el punto de vista de la sostenibilidad y el medio ambiente".
La embajadora española manifestó que sería "una oportunidad perdida" si no se concreta este acuerdo.
Tras dos décadas de arduas conversaciones, el 28 de junio de 2019 la UE y el Mercosur alcanzaron un acuerdo político general para sellar un pacto de libre comercio, dejando pendiente la resolución de algunos aspectos técnicos.
Pero esa discusión se complicó por la aparición de nuevas demandas a ambos lados de la mesa, entre ellas exigencias adicionales en materia ambiental, condensadas en una carta remitida por la UE al Mercosur en febrero pasado y a la que los suramericanos respondieron recientemente para avanzar en las negociaciones.
El Mercosur, cuya presidencia pro tempore está en manos de Brasil, considera que las pretensiones europeas en materia ambiental son "inaceptables", conllevan amenazas de sanciones y podrían representar una barrera para sus exportaciones a la UE.