Los indígenas latinoamericanos tienen una propuesta para que no se les "deje atrás" en las discusiones de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como ocurrió cuando fueron adoptados en 2015, señaló en una entrevista con EFE el secretario técnico del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (Filac), el chileno Alberto Pizarro.
"No dejar a nadie atrás" es la premisa de la Agenda 2030 establecida por los Estados miembros de las Naciones Unidas, pero los pueblos indígenas sienten que se les dejó fuera cuando se trazaron los ODS hace ocho años, explicó Pizarro, de origen mapuche, en La Paz, donde está la sede permanente del Filac.
"Si bien son mencionados en estos ODS, no existen indicadores precisos de población indígena que pudieran ser evaluados y medidos" en cuanto al cumplimiento de los objetivos, señaló.
Tampoco se menciona la riqueza social, cultural o espiritual de estas poblaciones, o su aporte en el mundo, por lo que los pueblos indígenas han insistido en que haya una "relectura" y puesta en marcha de los ODS "en clave intercultural".
El secretario del Filac señaló que la "participación activa" de los pueblos indígenas es "fundamental para la gobernanza" en la región y el mundo.
Por este motivo, el Filac promovió en los últimos meses unos diálogos con más de medio centenar de entidades, entre organizaciones indígenas, Estados y organismos internacionales, para elaborar un documento que propone definir "qué indicadores para pueblos indígenas vamos a utilizar para poder medir los avances" del cumplimiento de los ODS.
"Los ODS contemplan una agenda de 17 objetivos con 169 metas. Dentro de esos 17 objetivos, cada uno de ellos pudiera y debiera tener un componente indígena", apuntó Pizarro.
La propuesta mira sobre todo a la Cumbre del Futuro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) prevista para 2024, y se aprovechará el marco de la próxima Asamblea General del organismo para presentarla en un evento paralelo que organiza el Filac este 21 de septiembre en Nueva York.
Entre los varios puntos incluidos en el documento, se plantea que la cosmovisión indígena del "Buen vivir-vivir bien-vida plena" se incorpore en la Agenda 2030, como un proceso hacia la mejora de la calidad de vida con más acceso a bienes y servicios, pero también en equilibrio con la Madre Tierra.
También hay un componente de tierra y territorios indígenas, "pensando en que la Madre Tierra nos da la vida y que la relación que mantengamos con la naturaleza es fundamental para el futuro de la humanidad", señaló Pizarro.
Otro punto se refiere a los recursos naturales y el respeto por los sistemas de uso, manejo y conservación de los pueblos indígenas.
Además se propone la "participación plena y efectiva" indígena en la agenda global y en la toma de decisiones, con una especial relevancia en las mujeres y juventudes.
La generación de políticas públicas para nivelar las condiciones de acceso a los servicios públicos es otro aspecto "fundamental", ya que los datos regionales sobre asuntos como la educación, salud, o pobreza muestran que los segmentos indígenas están "siempre" por debajo del resto de la población.
El reconocimiento de los sistemas de conocimientos, identidad y cultura indígena, de sus propios modelos de economía, educación y salud interculturales, o la cooperación y la financiación directa para estos pueblos también fueron incluidos en la propuesta.
La expectativa del Filac con el evento paralelo y la propuesta es "poder incidir desde la visión de los pueblos indígenas en las definiciones globales que se vayan tomando", comentó Pizarro.
"Sabemos que tenemos muchos desafíos globales, el mismo cambio climático nos plantea grandes desafíos, pero también grandes oportunidades. ¿Y dónde vemos las oportunidades? En que se incorpore la visión indígena del cuidado de la naturaleza (...) para tener una mejor vida", remarcó.
Los pueblos indígenas "tienen mucho que aportar al respecto, es cosa de ver la vida diaria", agregó.
El Filac es un organismo internacional creado en 1992 por la II Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Madrid, para apoyar los procesos de desarrollo y promoción de los derechos de los pueblos, comunidades y organizaciones indígenas de América Latina y El Caribe.