Brasil lanzó el Pacto de Hidrógeno Renovable, una iniciativa de asociaciones, organizaciones internacionales y Gobiernos regionales para impulsar el desarrollo del sector, informó este miércoles la Gobernación de Ceará.
El estado del noreste brasileño, líder en proyectos de hidrógeno verde en el país, se adhirió al Pacto integrado por las asociaciones brasileñas de Energía Eólica y Nuevas Tecnologías (Abeeólica), de Biogás (Abiogás) y de Energía Solar Fotovoltaica (Absolar).
También forma parte de la creación del Pacto la Cámara Brasil-Alemanha (AHK), con sede en Río de Janeiro.
"Este Pacto reitera lo pionero y el compromiso de Ceará en el fortalecimiento de la producción de hidrógeno verde", un insumo "estratégico para el país y decisivo para el desarrollo de Ceará", dijo el gobernador, Elmano de Freitas, citado en comunicado.
La iniciativa, agregó el gobernador, pemitirá la "sensibilización política y social" para que el hidrógeno verde "se torne prioridad en todo el país" y pueda "impulsar a otros sectores", con Ceará como pionero de la primera molécula de H2V.
El puerto marítimo de Pecém, en la región metropolitana de Fortaleza -la capital de Ceará- lidera los proyectos de hidrógeno verde en el país sudamericano.
En ese sentido, el naciente Hub de Hidrógeno Verde de Pecém tiene firmados 31 memorandos de entendimiento con empresas de Brasil, Francia, Portugal, España, Australia, Estados Unidos e Italia con inversiones previstas por 30.000 millones de dólares (27.085,50 millones de euros).
El último viernes, el gobernador firmó al lado del presidente del grupo minero australiano Fortescue, Mark Hutchinson, el proyecto de ley regional para la Política de Hidrógeno Verde en Ceará, que fue entregado a la Asamblea Legislativa del estado.
El hidrógeno verde o renovable (H2V) es el generado a través del proceso de "electrólisis del agua", que es la separación del oxígeno y el hidrógeno y se destina, principalmente, para la producción de fertilizantes para la actividad agropecuaria.
El insumo también puede utilizarse como combustible y materia prima industrial para productos farmacéuticos y, en ese sentido, otros proyectos son adelantos por el sector privado en los estados de Bahía (noreste) y Río de Janeiro (sudeste).