El Banco Mundial estima que Latinoamérica crecerá solo el 1,5% en 2023, un avance muy por debajo del 3,7% registrado el año pasado, debido a la bajada del precio de las materias primas y a los efectos de las subidas de tipos de interés.
En su nuevo informe de perspectivas globales, el Banco aumentó, sin embargo, las perspectivas en dos décimas con respecto a sus anteriores proyecciones hechas en enero. Para 2024 redujo sus perspectivas en 4 décimas, y ahora considera que la región crecerá el 2%.
Por causas externas se refiere a los efectos prolongados de la pandemia, la guerra de Ucrania y el fuerte endurecimiento de la política monetaria en las principales políticas económicas, que están provocando una desaceleración global, especialmente fuerte en las economías avanzadas, que tendrá consecuencias para América Latina.
Así, para 2023 se prevé que la actividad mundial se frene, con un crecimiento global del 2,1%, cuatro décimas más que sus anteriores estimaciones. En 2024 el crecimiento será del 2,4%, tres décimas más.
Según explicó Gill, el débil crecimiento mundial pesa sobre los precios de las materias primas y tiene un impacto en los países exportadores. A esto se suma que la política monetaria se ha mantenido estricta en la región durante los últimos 12 meses por la alta inflación.
"El impacto en los aumentos de los tipos está empezando a surtir efecto", señaló, en un contexto en el que inflación continúa siendo alta, "especialmente la de los alimentos", algo que "probablemente conducirá a la caída de los salarios reales y eso reducirá el consumo".
Las proyecciones del Banco Mundial señalan que América Latina y el Caribe crecerá apenas un 1,5 % durante este año, dos décimas más que lo antes estimado.
El Banco estimó que la relajación de la políticas monetarias internas comience hacia finales de este año, lo que permitirá que el crecimiento aumente hasta un 2% en 2024 (cuatro décimas menos de lo estimado).
Entre las principales economías de la región destaca México, que crecerá un 2,5% este año (aunque se desacelerará hasta el 1,9% en 2024) y Brasil, que mantendrá unas cifras muy modestas los dos años (1,2% en 2023 y 1,4% en 2024).
Sufrirán una contracción, sin embargo, Argentina (del 2%), lastrada por la grave sequía que ha afectado su producción agrícola, y Chile, que se contraerá un 0,8%. Ambas economías se recuperarán en 2024 y registrarán un crecimiento del 2,3% y del 1,8 %, respectivamente.
En su informe, el Banco Mundial recuerda además que "el malestar social y la incertidumbre política han persistido en varios países" de América Latina y el Caribe, lo que "ha debilitado la confianza de consumidores e inversores".
Argentina, añade, enfrenta altos índices de inflación y posibles ajustes de política en medio de la sequía, mientras que Brasil debate cambios en sus reglas fiscales, incluidos posibles ajustes a los límites de gasto.