La Unión Europea (UE) sabe que el Mercosur tiene reservas acerca de las exigencias medioambientales que propuso para retomar las negociaciones comerciales entre ambos bloques, pero hasta ahora no recibió ninguna contrapropuesta, afirma el embajador de la UE en Brasil, Ignacio Ybáñez.
"Queremos escuchar, queremos ser flexibles en las negociaciones, pero hasta ahora no nos han presentado propuestas", dijo Ybáñez en una entrevista a EFE.
El diplomático aseguró que el Mercosur quiere reabrir algunos asuntos que parecían acordados, como el de compras gubernamentales, pero que tampoco ha presentado una propuesta sobre lo que quiere.
"Lo importante es que presenten las propuestas porque es muy fácil criticar una propuesta que está en la mesa, pero es muy difícil para el que ha presentado esa propuesta modificar cualquier cosa si no sabes lo que el otro realmente quiere", comentó.
Los miembros del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y de la UE retomaron en los últimos meses las negociaciones para cerrar el acuerdo comercial entre ambos bloques, que fue concluido a nivel técnico en 2019, tras dos décadas de tratativas, pero que está pendiente de conclusión.
"Para nosotros lo importante es que presenten sus propuestas porque hemos pospuesto algunas reuniones. Esperamos poder tener alguna reunión a finales de junio y oír lo que quiere el Mercosur para poder acercarnos y encontrar una solución", dijo.
Afirmó que el acuerdo con el Mercosur sigue siendo la gran apuesta de la UE y que, pese a las complicaciones, considera muy buena la base acordada en 2019, aunque falta definir el instrumento adicional que Europa propuso sobre garantías medioambientales.
"Queremos tener garantías de que las cuestiones medioambientales sostenibles van a ser realmente respetadas. Reconocemos que la llegada del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a Brasil dio un cambio radical en este tema", afirmó al referirse a los temores que generaba el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
El diplomático dijo que hay elementos de esa propuesta que el Mercosur no acepta pero que hay que conocerlos para poder discutirlos.
"Les hemos dicho es que vamos a ser flexibles con la propuesta que ellos puedan presentar e intentar una solución. Somos conscientes de que vamos a tener que revisar nuestra propuesta porque no ha sido aceptada y estamos abiertos a modificarla", sostuvo Ybáñez.
Afirmó que, pese a que no hay plazos, lo ideal sería poder aprovechar la Cumbre que la UE tendrá con la Celac (Comunidad de Países Latinoamericanos y del Caribe) en julio próximo en Bruselas para impulsar las negociaciones.
"La posibilidad de que los líderes del Mercosur puedan encontrarse con los de Europa permite que dialoguen y transformen esa prioridad política en un mandato y les digan a los negociadores: tenéis que producir resultados", afirmó.
Sobre las resistencias del Mercosur a las exigencias ambientales afirmó que la queja que más ha escuchado es la de la supuesta intención de la UE de obligarlos a asumir compromisos que hasta ahora no han aceptado en negociaciones internacionales.
"Nos dicen que estamos intentando imponer compromisos que van más allá de lo que ellos han aceptado en las negociaciones internacionales e incluso de lo que se discute en el ámbito multilateral", dijo.
Sobre la posibilidad de reabrir negociaciones en asuntos ya acordados, como el de compras gubernamentales, afirmó que el temor es que se rompa el equilibrio alcanzado en el acuerdo de 2019.
"Como tenemos que cerrar el tema del instrumento adicional por el que buscamos garantías ambientales, entendemos que puedan llegar nuevas propuestas por parte del Mercosur. Las vamos a analizar. Pero pensamos que reabrir es romper un equilibrio que es difícil volver a construir", aseguró.