Parlamentarios de América Latina y el Caribe pidieron este domingo que se incentive la agricultura familiar campesina y comunitaria, entre otras iniciativas, para combatir la creciente inseguridad alimentaria en la región.
En una declaración al término del Encuentro Interparlamentario de la Integración de Latinoamérica y el Caribe, los legisladores además animaron a que se promueva la creación de bancos de alimentos y de semillas tradicionales, no tradicionales y ecológicas.
Ello, con el fin de que se protejan la biodiversidad y los recursos genéticos, y se fomente la resiliencia de los cultivos y productos agrícolas.
Asimismo, los parlamentarios exhortaron a la región a que se incluya en la legislación y políticas públicas en materia de adaptación a la crisis climática, disposiciones en materia de seguridad y soberanía alimentaria, para evitar que el aumento medio de la temperatura impacte de manera negativa a la producción de alimentos.
La inseguridad alimentaria afecta a 267,7 millones de habitantes de Latinoamérica y el Caribe, lo que equivale al 40,6 % de su población, según el último panorama regional publicado en enero por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
A su vez, la incidencia del hambre en Latinoamérica y el Caribe es la mayor desde 2006 al afectar a 56,6 millones de personas (el 8,6 % de su población) y a ello se suma que el acceso a una dieta saludable es el más caro del mundo, al requerir 3,89 dólares por día.
El Encuentro Interparlamentario de la Integración reunió este domingo en la Ciudad de Panamá a directivos del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), del Parlamento Centroamericano, Parlamento Andino y del Parlamento del Mercado Común del Sur.