El canciller de Chile, Alberto van Klaveren, reiteró su apoyo a Perú y se ofreció para lograr un “acuerdo” sobre la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico, que México se resiste a entregar por sus diferencias con el Gobierno de Dina Boluarte.
"Hemos apoyado el derecho del Perú a ejercer la Presidencia de la Alianza del Pacifico, pero estamos hablando de un proceso de integración que reúne a cuatro países y lo importante es que exista consenso entre los cuatro países. Lamentablemente ese consenso no está presente”, dijo el ministro chileno en declaraciones a los medios.
El Gobierno chileno, agregó Van Klaveren, está “absolutamente disponible para lograr un acuerdo entre los cuatro países (del bloque), pero hay un impasse y ese impasse todavía no se resuelve”.
Desde que llegó al poder, Boluarte acusa a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de no querer hacer el traspaso porque apoya al exmandatario Pedro Castillo, quien fue destituido del cargo tras intentar dar un golpe de Estado el pasado 7 de diciembre y se encuentra detenido en una cárcel de Lima.
López Obrador se alineó desde el inicio de la crisis con Castillo, otorgando asilo a su esposa e hijos y denunciando que el mandatario andino sufrió un golpe de Estado “orquestado por la oligarquía”.
En su rueda de prensa matutina habitual, el líder mexicano pidió esta semana la liberación de Castillo e instó a Boluarte a que le deje la Presidencia del bloque a él, “que ganó en una elección libre y democrática”. ”Lo podemos entregar a Chile o a Colombia y que ellos vean que hacen, pero esta señora, con todo respeto usurpadora, expulsó a nuestro embajador del Perú”, agregó López Obrador.
En una carta enviada al resto de países del bloque hace un mes, Boluarte advirtió a México que no formalizar el traspaso podría acarrear “responsabilidades internacionales”.
El bloque comercial, creado en 2011, presume de ser “la octava potencia económica y la octava potencia exportadora a nivel mundial”, al representar 41 % del producto interior bruto (PIB) de Latinoamérica y atraer 38 % de la inversión extranjera directa.