Unos 72 millones de habitantes del sector rural de 26 países de América Latina y el Caribe no acceden a una conectividad con estándares mínimos, según revela un estudio del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) presentado este jueves en Tegucigalpa de manera virtual.
El estudio "Conectividad rural en América Latina y el Caribe. Desafíos y oportunidades para avanzar con la digitalización de la Agricultura en Honduras", es promovido por el IICA, el Banco Mundial, Bayer, CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, Microsoft y Syngenta.
El director general del IICA, Manuel Otero, señala en el informe que desde 2020 hasta la actualidad, "constatamos una mejora del 12 % en la conectividad significativa rural de la región", pero que "pese al dato positivo, resulta alarmante que 72 millones de habitantes de la ruralidad de América Latina y el Caribe no accedan a conectividad significativa".
La brecha de conectividad urbano-rural, en tanto, se ha ensanchado levemente (2 puntos porcentuales) en relación a las mediciones de 2020, con el 79 % de la población urbana accediendo a servicios de conectividad significativa ante 43,4 % de la población rural, añade.
"Los datos indican que debemos apelar a acciones decididas y a soluciones innovadoras. El desafío es construir una mejor ruralidad, ofrecer condiciones dignas para el arraigo a mujeres y jóvenes, y planificar el desarrollo sostenible de tal forma que propicie una agricultura de mayor calidad, cuidadosa de los recursos naturales y promotora de la seguridad alimentaria y nutricional", según Otero.
La secretaria de Agricultura y Ganadería de Honduras, Laura Elena Suazo, destacó la importancia de la conectividad en el área rural de su país y el esfuerzo por mejorar en ese sentido que hace el Gobierno que preside Xiomara Castro.
Añadió que en Latinoamérica y el Caribe "hay muchos países atrasados" en el tema de la conectividad, y que para superar la brecha es necesario "unir esfuerzos entre todos, la empresa privada el Gobierno, productores, la academia y los estudiosos como responsables de esta actividad para hacer cambios".
El representante del IICA en Tegucigalpa, Santiago Vélez, dijo a EFE que "Honduras tiene un gran potencial en el sector agroalimentario, que depende de los que producen el arroz, los fríjoles y el maíz", básicos en la mesa de los hondureños, y que "por medio de la digitalización, de la conectividad, se pueden ir dinamizando más los recursos", porque "el sistema agroalimentario, además, "es generador de divisas y desarrollo económico".
Una de los participantes en la presentación del informe es la campesina Edna Santos, productora de chile jalapeño, que exporta otra empresa, y granos básicos, en menor escala, quien indicó a EFE que todavía no participa en ningún programa de conectividad, pero que vino a Tegucigalpa "porque estamos buscando visibilidad".
"Para eso son estos eventos, y si yo no salgo del lugar, pues nunca va a existir la conectividad, tengo más de seis años dedicarme a la agricultura y creo que hasta ahora comienzo a ser un poco conocida para dar a conocer el chile jalapeño que produce una mujer", enfatizó Santos, quien se dedica a la agricultura en Teupasenti, departamento de El Paraíso, en el oriente de Honduras.
Señaló además que desde hace seis años se dedica a la agricultura con una hermana menor, en unas ocho hectáreas, con una pequeña empresa con el nombre "Tierra India" a través de la cual le dan empleo a unas 100 familias de manera directa e indirecta.