Funcionarios de América Latina y el Caribe discuten desde este lunes en Panamá acciones para reducir el uso de hidrofluorocarbonos (HFC), sustancias de alto potencial de calentamiento global cuya erradicación está amparada en una enmienda al Protocolo de Montreal de 1987 para proteger la capa de ozono.
Se trata de la Enmienda de Kigali, en vigor desde enero de 2019, cuya plena implementación puede evitar hasta 0,4 grados centígrados de calentamiento global a fines de este siglo mientras se continúa protegiendo la capa de ozono, de acuerdo con los datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Las HFC se utilizan comúnmente en refrigeración - aires acondicionados y refrigeradoras domésticas - y la reunión en Panamá se centra en analizar propuestas para la transición hacia sustancias alternativas a base de hidrocarburos, lo que entraña retos en cuanto a costos tecnológicos y de seguridad para su uso.
"Los países desarrollados ya hicieron o están haciendo esta transición, estamos aprendiendo de ellos sacando ejemplos. Por eso en esta reunión, en ese contexto, vamos a discutir estos desafíos y tratar de brindar algunas soluciones que se puedan llevar en el corto, en el mediano y en el largo plazo", dijo a EFE el coordinado del Protocolo del Montreal para América Latina, Marcos Osorio.
OBLIGACIONES Y REGULACIONES
Osorio precisó que en la cita panameña, a la que asisten Oficiales de Ozono de América Latina y el Caribe y expertos de Naciones Unidas, se trabajará en "las obligaciones de corto plazo y cómo establecer unas regulaciones por lo menos para empezar a controlar la importación" de las HFC o disminuir su uso.
Se van a discutir "medidas legislativas y aspectos específicos que son urgentes, como la capacitación de los técnicos en refrigeración para que puedan manejar de manera segura las sustancias alternativas, que son hidrocarburos, lo que es fundamental", afirmó.
"También queremos alentar a los países a ratificar la Enmienda de Kigali, a aquellos que no lo han hecho, para que empiecen a atender estas obligaciones, porque al final lo que todos estamos apuntando es a recuperar la capa de ozono y reducir el impacto al clima", añadió.
En América, solo Guatemala falta por ratificar la Enmienda de Kigali, que "está para aprobación en el Congreso", una situación que se repite en varios países del Caribe, dijo Osorio.
"Lo importante es alentarlos para que ratifiquen, para que puedan empezar las acciones en busca de reducir estas sustancias" hidrofluorocarbonadas, sostuvo el funcionario.
LA TRANSICIÓN
La coordinadora de la Unidad Nacional de Ozono del Ministerio de Salud (Minsa) de Panamá, Niurka González, afirmó a EFE que entre los objetivos principales de la cita regional está el "intercambio de información y de buenas prácticas que ayuden a afrontar los nuevos desafíos del Protocolo de Montreal y la Enmienda de Kigali".
"Ya entró en vigor la Enmienda de Kigali (2019), tenemos un nuevo calendario de reducción que va del 2024 al 2045. Tenemos que ir preparando a la industria con esta transición para utilizar refrigerantes pero con bajo potencial de calentamiento global", precisó la funcionaria panameña.
Al igual que Osorio, la coordinadora panameña de la Unidad de Ozono resaltó que uno de los retos de esta transición son los costos que implica, y señaló que es aquí donde la Secretaría del Protocolo de Montreal puede apoyar a los países de América Latina y el Caribe.
"Estamos ahora en la preparación de planes de implementación y los países comenzamos a ver ese costo (de la transición), que es mucho mayor (que la actual tecnología), que requiere capacitación de los técnicos porque se trata de refrigerantes a base de hidrocarburos que requieren un mínimo de medidas de seguridad", dijo González.
En medio de estos retos, "sé que van a salir muchos compromisos" para reducir el uso de los HFC "por parte de la región" de esta reunión en Panamá, agregó.