El gobierno panameño suspendió el domingo temporalmente los servicios de autobús para trasladar a migrantes desde la peligrosa región del Darién hacia el norte del país después que se registraran dos percances graves a bordo de los vehículos. La agencia migratoria de Panamá señaló que no se realizarán más viajes hasta que las autoridades de Transporte revisen las líneas de autobuses y garanticen su seguridad. Nadie murió en el incidente más reciente del sábado, cuando uno de los autobuses en que viajaban los migrantes se incendió. Todos los pasajeros fueron evacuados a salvo.
Pero más de una treintena de migrantes murieron hace unas semanas, cuando un autobús cayó por un barranco. Se cree que la mayoría de las víctimas procedía de Ecuador, Haití y Venezuela. Los migrantes suelen llegar a Panamá cruzando la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá. Las autoridades panameñas calculan que más de 250.000 migrantes realizaron el trayecto por la vía terrestre en 2020 y otros 37.000 en lo que va del año.
Panamá a menudo permite que los migrantes se trasladen a la frontera con Costa Rica, por donde generalmente intentan cruzar hacia Centroamérica y México para llegar a la frontera con Estados Unidos.