Las economías de América Latina y el Caribe crecieron aproximadamente un 3,7% en el año 2022, casi la mitad de la cifra alcanzada en el año anterior (6,75%), lo que refleja "un agotamiento" del efecto rebote de la recuperación de 2021 y un fuerte impacto de una política monetaria restrictiva, que está trayendo un deterioro del consumo y la inversión.
Así se desprende del 'Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe 2022', publicado este miércoles por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y en el que también se recogen datos sobre la inflación, que escaló en la región hasta el 15,4% en el conjunto del año 2022, una cifra superior en tres puntos a la registrada en 2021 (12,4%).
La elevada presión inflacionaria en América Latina, según explica la Cepal, se debe principalmente a los precios de los alimentos, que tienen un papel "importante" en la evolución del índice general de precios, llegando a alcanzar una variación del 13,2% en el año (en 2021 el incremento fue del 8,3%).
Además, el comportamiento de la inflación regional también está correlacionado con la evolución de los precios de los productos básicos, que entre enero y octubre del 2022 se han incrementado en 16,6% respecto del año anterior. Por grupos, destaca el crecimiento de 45,9% en los precios de los productos energéticos, de 36,8% en los fertilizantes y de 19,5% para los alimentos y bebidas.
Pese a ser una de las regiones con menor contribución al cambio climático, América Latina se encuentra en una situación muy vulnerable frente a este problema global. Tan solo en el año 2022 han tenido lugar 74 fenómenos meteorológicos adversos que han afectado directamente a más de siete millones de personas.
En cifras, la Cepal calcula que todos los daños y pérdidas económicas relacionados directa o indirectamente con desastres para el año 2022 en la región han tenido un coste de 1.789 millones de dólares (1.680 millones de euros).