Las bajas en costos de los electrolizadores y de generación renovable habilitarán un hidrógeno verde competitivo doméstica e internacionalmente, anunciaba el gobierno en 2020.
Han pasado tres años y la producción de Hidrógeno verde es una realidad en Chile, tras la apertura de la primera planta llamada “Haru Oni”, la mayor planta en Latinoamérica de gasolina sintética a base de hidrógeno, que comenzará su producción a escala comercial en la Patagonia chilena en marzo próximo.
La puesta en marcha no fue casualidad, ya que, según el gobierno, la Región de Magallanes podría llegar a producir el 13% de hidrógeno verde del mundo con energía eólica.
Por eso es tan relevante hablar de este tema, el cual es el motivo central de la última mesa de conversación del especial de Energías Limpias de La Tercera, Pulso y Radio Duna, que profundizó sobre la energía limpia que ayudará a enfrentar el cambio climático.
En el último tiempo el hidrógeno verde ha generado interés nacional e internacional, al ser una alternativa promisoria para reducir los gases de efecto invernadero. Esto debido a la posibilidad de producirse mediante procesos de electrólisis. Es decir, separando la molécula de agua, en hidrógeno y oxígeno, utilizando electricidad.
Andrea Moraga, directora de la Asociación Chilena del Hidrógeno (H2 Chile), explica en un lenguaje sencillo lo que significa: “Cuando producimos hidrógeno verde, no vamos a emitir en el proceso de producción dióxido de carbono al ambiente. Cuando vamos a consumir directamente el hidrógeno, lo único que vamos a generar como residuo es agua”.
Moraga señala que las aplicaciones concretas que se le puede dar al hidrógeno verde son muchas, y se está estudiando en qué aspectos es más eficiente, económico y sostenible al ambiente.