El comportamiento de las remesas en Ecuador alcanzó un desempeño récord. De acuerdo con los datos del Banco Central del Ecuador (BCE), las remesas recibidas entre abril y junio de este 2021 alcanzaron los USD 1.088 millones, cifra superior en 61% comparado con el mismo periodo de 2020. De este flujo, el 50,2% de remesas se canalizaron a través de la banca privada. El crecimiento de remesas se da por la recuperación de las economías avanzadas y en particular, por los estímulos que Estados Unidos entregó en el contexto de la pandemia.
Según diversos estudios, las divisas que envían los inmigrantes desde el exterior a sus países de origen actúan como un mecanismo de financiamiento especialmente para los estratos socio económicos vulnerables al aumentar su nivel de ingresos y permitir a las familias hacer frente a las crisis (Ratha, 2013). Asimismo, las remesas son una herramienta contra cíclica para que las familias enfrenten shocks externos que pueden afectar su bienestar (UNDP, 2011).
En un contexto de dolarización, el ingreso de estas divisas fortalece el consumo, la liquidez y, por tanto, incide en el desempeño del Producto Interno Bruto. El arribo de divisas no solo facilitó que en el segundo trimestre del año (abril-junio), el consumo de las familias se incremente 10,5% frente al mismo periodo de 2020, sino que, además, en términos anuales (últimos cuatro trimestres consecutivos), la participación de las remesas representó para el país el 3,8% del PIB alcanzando los USD 3.947 millones.
Al analizar las remesas recibidas por continente de origen, en el segundo trimestre del año, América obtuvo el 70,4% de participación dentro del total, seguido de Europa y el resto del mundo con el 29,3% y 0,4%, respectivamente. Dentro de los principales países de origen de las remesas, destaca Estados Unidos que contribuyó con el 63% del total de remesas recibidas, al sumar USD 688 millones. Por su parte, España obtuvo una participación del 21% en el segundo trimestre, al sumar USD 233 millones; e Italia en tercer lugar con el 4,3% de participación.
Según Mundaca (2009), la repercusión de las remesas en el crecimiento económico de los países depende principalmente de la existencia de una importante intermediación financiera. En el caso de Ecuador para junio 2021, el 50,2% de las remesas recibidas fueron canalizadas por la banca privada. Esta mayor participación se apalanca en el incremento del uso de medios de pago electrónicos por parte de los usuarios del sistema financiero. De acuerdo con los datos del BCE para el año 2010, los pagos por medios electrónicos representaban apenas el 46% del PIB nacional. Sin embargo, para el año 2020 estos crecieron 89 puntos porcentuales, alcanzando una participación del 135% del PIB (BCE, 2020). La prominente digitalización e innovación del sistema financiero permite incrementar los servicios financieros de la banca, además de contribuir con la inclusión financiera.
Por otro lado, entre el primer y segundo trimestre de 2021, las remesas recibidas llegaron principalmente a la Sierra ecuatoriana, al sumar USD 654 millones, con un crecimiento anual del 68%. Asimismo, el 37% del total de las remesas que ingresaron al país en este periodo, tuvieron como destino la región Costa, cifra que alcanzó los USD 399 millones, con un crecimiento anual del 49%. A nivel de provincias, Guayas contribuye con el 27,6% (USD 300 millones), seguido por Azuay con el 21,9% (USD 238 millones) y Pichincha con el 16,5% (USD 180 millones).
Remesas enviadas
Las remesas que son enviadas desde Ecuador hacia el resto del mundo también muestran un desempeño creciente. Al cierre del segundo trimestre de 2021, las remesas enviadas sumaron un total de USD 160 millones, con una variación anual del 69%. Entre los principales países receptores están: Colombia (59%), México (15%) y Perú (9%). Desde la Sierra ecuatoriana se enviaron USD 99 millones (62%), seguida por la región Costa con una cifra cercana a los USD 50 millones (32%) y la Amazonía con un total de USD 10 millones (6%).
El crecimiento del flujo de las remesas hacia y desde Ecuador está marcado por la recuperación económica del mundo post pandemia. En este sentido, el sistema financiero nacional ha jugado un rol fundamental en la facilitación de transacciones físicas y digitales aún en los momentos de mayor confinamiento. Esto incluye el ingreso y salida de remesas de forma ágil y segura. La banca se ha mostrado resiliente y abierta a una transformación digital que permita proveer una mayor cantidad de servicios para los usuarios, como en el caso de las remesas. Sin embargo, la economía nacional atraviesa una serie de retos económicos para los próximos años que podrían mermar los efectos positivos de las remesas en el incremento de la producción nacional, por lo cual, resulta imperativo la ejecución de planes económicos que permitan aprovechar el ingreso de divisas en el fortalecimiento de la economía nacional y de su sistema financiero.