La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó su balance preliminar de la actividad económica de la región durante 2022, y adelantó que se desacelerará durante 2023, año en que el Producto Interno Bruto (PIB) será apenas de 1,3 por ciento.
Al presentar el reporte, el secretario ejecutivo de Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, recordó que para finales de 2022 se pronostica un crecimiento de 3,7 por ciento y explicó que la desaceleración en 2023 estará asociada a una baja del crecimiento económico y del comercio a nivel mundial.
En tal sentido, el informe de Cepal abundó que tal disminución del crecimiento se vincula “con políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión, y el deterioro del contexto externo”.
Pese a este panorama, la Cepal pronosticó para 2023 una menor inflación en las economías avanzadas y en las emergentes, aunque consideró que no bajará a los niveles prepandemia de Covid-19.
Por otra parte, refirió que en 2023 los gobiernos tendrán dificultades para financiar sus operaciones debido a los altos niveles de endeudamiento fiscal.
Para hacer frente a estos y otros retos, Cepal instó a que se implementen políticas públicas innovadoras en lo productivo, financiero, comercial, social y en la economía del cuidado.
A continuación se ubican las islas del Caribe (4,5), Costa Rica (4,4), Honduras (4,2), Guatemala (4), Nicaragua (3,8), Bolivia (3,5), y México y Brasil (ambos con 2,9 por ciento).
Cepal ubicó después a Ecuador y Perú (ambos con 2,7), El Salvador (2,6), Chile (2,3) y Cuba (2). Según el documento, Paraguay y Haití no crecerán (-0,3 y -2 por ciento, respectivamente). El reporte no incluye a Guayana, que experimenta un boom petrolero.