Representantes de los países de Latinoamérica y el Caribe se reunieron en Buenos Aires para debatir e intercambiar experiencias relativas a la seguridad alimentaria y la nutrición.
Del encuentro participaron altas autoridades de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), presidida actualmente por Argentina, y representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Al inaugurar el encuentro, el canciller argentino, Santiago Cafiero, invitó a «repensar los mecanismos» en los países de la región respecto no solo de la agricultura familiar sino también a la producción agropecuaria sostenible, la accesibilidad a los alimentos y al agua potable.
El director general del IICA, Manuel Otero, precisó que América Latina y el Caribe pasó de representar alrededor del 9 % de la producción agropecuaria mundial en 1961 a algo más del 13 % actualmente.
El titular del IICA advirtió que, no obstante, en la región «hay grandes desigualdades entre países y dentro de los países».
«Veníamos sufriendo una serie de problemas desde hace ya varios años y últimamente se sumó la guerra en Europa y la desaceleración de la economía mundial por los cambios en las políticas macroeconómicas en los países desarrollados. Todo esto ha hecho que diferentes indicadores de desnutrición e inseguridad alimentaria hayan aumentado«, alertó.
Por su parte, el representante regional de FAO, Mario Lubetkin, señaló que «entre el 2019 y el 2021, el número de personas que sufrieron hambre en América Latina y el Caribe aumentó de 43,3 millones a 56,5 millones, lo que significa un incremento del 30 %».
«Este aumento del hambre y la inseguridad alimentaria puede tener consecuencias irreversibles para el desarrollo sostenible de nuestros países, afectando sus dimensiones económica, social y ambiental«, advirtió.
Esta situación, añadió, «es una paradoja considerando que América Latina y el Caribe produce alimentos para más de 1.300 millones de personas, es decir, el doble de su población».
América Latina y el Caribe vive un escenario económico, social y ambiental complejo, derivado de la crisis provocada por la pandemia, los efectos de la crisis climática, la guerra en Ucrania y las sucesivas crisis económicas.
Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), la región crecerá un 3,2 % en 2022 y se espera que el bajo crecimiento económico se mantenga a futuro.
La Cancillería argentina alertó en un comunicado que en 2021 América Latina y el Caribe concentraba el 7,4 % del total de la población mundial que sufre de hambre, proporción que ha venido creciendo en los últimos años.