Con la presencia de 17 altas autoridades de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), hoy se realizó el encuentro “Integración e intercambio de experiencias para avanzar en la seguridad alimentaria y nutrición en América Latina y el Caribe».
La cita se realizó en Buenos Aires, Argentina, país que actualmente tiene la presidencia pro tempore de CELAC. En el encuentro los países intercambiaron buenas prácticas y experiencias adoptadas para impulsar la recuperación económica y mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición, para así lograr la erradicación del hambre y otras formas de malnutrición. Además, los presentas abordaron fórmulas para reforzar los espacios y estrategias de gobernanza regional en el marco del mecanismo multilateral de CELAC, para así promover un diálogo político común para transformar los sistemas alimentarios y garantizar la seguridad alimentaria y nutricional en la región.
El evento estuvo liderado por el Canciller de Argentina, Santiago Cafiero, el subdirector general y representante regional de la FAO, Mario Lubetkin, el coordinador Nacional de la PPT argentina de la CELAC, Gustavo Martínez Pandiani; el director general del IICA, Manuel Otero y el Embajador Ramiro Ordoqui, subsecretario de Negociaciones Económicas, Multilaterales y Bilaterales.
“LA CELAC, la FAO e IICA constituyen un solo bloque trabaja problemáticas que son profundas y que debemos seguir abordando; eso se hace con integración, con inteligencia y con un multilateralismo solidario. Esto implica trabajar articuladamente y desarrollar sociedades más justas y plenas, y que se achiquen las brechas productivas y de accesibilidades que muchas veces postergan a grandes poblaciones de nuestro territorio”, declaró el Canciller Cafiero.
Por su parte, Lubetkin señaló que “entre el 2019 y el 2021, el número de personas que sufrieron hambre en ALC aumentó de 43,3 millones a 56,5 millones, lo que significa un incremento del 30%. Esta situación es una paradoja considerando que la región produce alimentos para más de 1.300 millones de personas, es decir, el doble de su población”.
Junto a esto agregó: “Debemos escuchar las voces de los productores, mujeres rurales y jóvenes para avanzar en el proceso de recuperación social y económica de la región. Ahí hay una oportunidad de transformación. Pero, debemos actuar pronto y unidos. Ponemos a disposición la capacidad técnica y operativa de nuestra Organización para crear con los países condiciones que garanticen la seguridad alimentaria y nutricional, que favorezcan el desarrollo sostenible y generen empleos y medios de vida dignos, ayudando a reducir la pobreza y la desigualdad; y permitan hacer frente a los efectos del cambio climático y la pérdida de la biodiversidad”.
Otero, por su parte afirmó que “hay una larga tradición de colaboración de nuestros países en los temas de agricultura y alimentación. Y mucho se ha avanzado en estas décadas. Felicitamos a la CELAC, actualmente con la presidencia de Argentina, por haber decidido actualizar esos esfuerzos a la luz de las nuevas y difíciles circunstancias. Este va a ser el tema de análisis y aprendizaje conjunto y, es de esperar, de acción colectiva posterior por parte de los países involucrados”, concluyó.