La Unión Europea y el Gobierno de Chile anunciaron un acuerdo para modernizar el pacto que rige sus relaciones comerciales, que precisamente este año cumplió su vigésimo aniversario, tras cinco años de negociaciones entre ambas partes.
Este anuncio desbloquea el proceso de verificación legal y de ratificación tanto en Chile como en el lado europeo de un acuerdo que, además del elemento comercial, incluye también un capítulo sobre inversiones y profundiza la cooperación y el diálogo político en relación aspectos como estándares laborales, desarrollo sostenible o igualdad de género.
"La UE y Chile están llevando su asociación duradera al siguiente nivel. Hemos mejorado y modernizado totalmente nuestro acuerdo de asociación para poder crecer estrechamente como socios y hacerlo de manera sostenible", dijo el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, acompañado del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y la canciller chilena, Antonio Urrejola.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, destacó por su parte la "importancia política" e "histórica" del acuerdo alcanzado entre el bloque y el país latinoamericano y abogó por alimentar la relación por ambas partes.
Bruselas y Santiago lanzaron en 2017 las conversaciones para modernizar el acuerdo y lograron un pacto político en noviembre del pasado año, bajo presidencia chilena de Sebastián Piñera, pero el nuevo gabinete liderado por el presidente Gabriel Boric pidió tiempo para revisar algunos aspectos cuando llegó al Palacio de la Moneda.
En virtud del texto pactado, el 99,9 % de las exportaciones de la UE a Chile estarán libres de aranceles, mientras que el país sudamericano obtendrá la liberalización total del 96,5 % de los productos que envíe al club comunitario.
La UE concederá también cuotas adicionales de importación a varias categorías de carne chilena: 18.000 toneladas más en el caso de la carne de pollo, 9.000 toneladas de carne de cerdo, 4.000 toneladas de carne de ovino y 2.000 toneladas de carne de vacuno.
De la misma forma, Chile podrá exportar a la UE 11.000 toneladas de aceite de oliva, una cifra que a juicio de fuentes comunitarias no es "preocupante" para los productores europeos frente a las 2 millones de toneladas que se producen al año en el bloque comunitario.
Como contrapartida, la Unión Europea se garantizó mejor acceso de productos lácteos europeos a Chile, así como la protección de algunas denominaciones de origen de queso y vino europeos.
Otro elemento de importancia para el lado europeo durante las negociaciones fue mejorar el acceso a materias primas "clave" para la transición ecológica, como el litio o el cobre producido en Chile.
"Realmente nos ayudará a diversificar nuestros recursos y reducir la dependencia de China", destacaron las mismas fuentes, quienes creen que este acuerdo puede servir de "modelo" para otras negociaciones comerciales que den mejor acceso del bloque a materias primas críticas.
Más allá de los intercambios comerciales, el acuerdo facilita la participación de empresas europeas en los sectores de telecomunicaciones, transporte marítimo y servicios financieros de Chile y dará acceso a las empresas de ambas partes a los procesos de contratación pública para la provisión de bienes y servicios.
Con respecto a la profundización de la cooperación política, el texto recoge artículos específicos sobre principios democráticos, derechos humanos y Estado de derecho y extienden el diálogo recogido hasta ahora para incluir la paz, la Justicia y la seguridad internacional, explicó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
También introduce un "enfoque renovado" en ciencia, tecnología, investigación e innovación y un "ambicioso" capítulo sobre Comercio y Desarrollo Sostenible que "confirma el compromiso de ambas partes con los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Acuerdo de París, así como compromisos concretos contra la violencia machista y para la promoción de unos sistemas alimentarios sostenibles.
El pacto se descompone formalmente en dos partes, de las que la más importante es el Acuerdo Marco Avanzado que incluye los capítulos sobre diálogo político y cooperación y el pilar sobre comercio e inversiones (incluidas las disposiciones sobre protección de inversiones), que debe ser ratificado a nivel europeo por todos los Estados miembros.
Y, en segundo lugar, incluye un acuerdo provisional de libre comercio que cubre las partes comerciales con competencia exclusiva de la UE, que por parte de la Unión sólo necesita ratificación de las instituciones comunitarias y que expirará cuando el Acuerdo Marco Avanzado complete su proceso y entre en vigor.