Las regiones de Latinoamérica y el Caribe son las más susceptibles a una posible recesión de la economía de Estados Unidos, según el informe "Las vulnerabilidades de América Latina y el Caribe ante una recesión en EE.UU." publicado por Fitch Ratings.
Entre los motivos, la empresa de calificación crediticia apunta a la proximidad geográfica de ambas regiones y los diversos canales de transmisión, que las vincula enormemente a los ciclos económicos y las decisiones de política de los Estados Unidos, cuya economía podría entrar en recesión a partir del segundo trimestre de 2023, según el último informe de Fitch Ratings.
En concreto, los principales canales de transmisión hacia Latinoamérica y el Caribe son el comercio, las remesas, el turismo y los precios de las materias primas. “Las economías sudamericanas tienen vínculos comerciales limitados con los EE.UU., pero se ven afectadas indirectamente a través del impacto en el comercio mundial y los precios de las materias primas”, han explicado desde la calificadora.
Con todo, dentro de estas regiones, las diferentes características económicas de los países hacen que el impacto pueda “variar considerablemente”. Así, por ejemplo, la menor demanda externa de EE.UU. afecta principalmente a México debido a su dependencia de las exportaciones, al representar uno de los tres principales socios comerciales de Washington. En este sentido, cabe recordar que una gran parte de las exportaciones centroamericanas son demandadas por EE.UU., aunque estos países tienden a tener una base de mercados de exportación más diversa.
RIESGO EN LAS REMESAS
El debilitamiento de los ingresos y el empleo de los hogares estadounidenses podría poner en peligro la capacidad de los migrantes para enviar remesas a casa y desalentar el turismo. Las remesas representan más del 20% del PIB de algunos países centroamericanos, lo que supone que las economías del Caribe y América Central sean vulnerables a una “interrupción repentina” de las llegadas de turistas.
Además, a la recesión en Estados Unidos, se suman los desafíos para los mercados fronterizos, ya que un financiamiento externo más costoso podría complicar las opciones de política, y para las economías más desarrolladas de la región si sus déficits de cuenta corriente son grandes.
Finalmente, en lo que se refiere a las calificaciones crediticias de América Latina y el Caribe, Fitch Ratings espera una “presión limitada”. “Cualquier impacto en las calificaciones dependerá en última instancia de la magnitud del shock económico de EE.UU. y la capacidad de cada país para absorberlo”, han señalado.