El Gobierno de Panamá convocó a Costa Rica y Colombia para la primera reunión técnica trilateral de directores de Migración, que se realizará en el Palacio Bolívar, Casco Antiguo, ciudad de Panamá, este martes 1 de noviembre.
“Este primer encuentro de análisis, evolucionará hacia otras reuniones, de cara a construir soluciones concretas con las cuales enfrentar los desafíos que viven nuestros países frente al flujo migratorio irregular,” recalcó la canciller Janaina Tewaney Mencomo, al puntualizar el objetivo de este encuentro.
La reunión de carácter técnico, de los directores de Migración, es el resultado de acuerdos alcanzados durante el encuentro de ministros sostenido en Argentina esta semana en el que participó la ministra Tewaney Mencomo junto a sus homólogos de Costa Rica y Colombia, Arnoldo André Tinoco y Álvaro Leyva, respectivamente.
En este encuentro del martes, Panamá estará representada por la directora de Migración, Samira Gozaine, junto a directores de los estamentos de seguridad, quienes frente a sus contrapartes identificarán necesidades y establecerán una hoja de ruta para enfrentar la delicada situación que tanto preocupa.
Por parte de la Cancillería panameña estarán presentes: la directora encargada de Asuntos Jurídicos y Tratados, Ruth Vigil Navarro; la jefa de Asesoría Legal Internacional, Johanna Aguirre Frías; y el jefe de Gabinete del Despacho de la ministra de Relaciones Exteriores, Vladimir Franco.
Panamá ha instalado estaciones de recepción migratoria (ERM) en su fronteras con Colombia (sur) y Costa Rica (norte), adonde lleva a los viajeros irregulares para tomar sus datos biométricos y ofrecerles servicios sanitarios y de alimentación, un operativo que ha consumido más de 50 millones de dólares desde 2020 según los datos oficiales.
En las estaciones de recepción de migrantes "se encuentran 1.634 personas, de las cuales 1.123 son hombres, 230 mujeres, 149 niños y 139 niñas", indicó el viernes un comunicado oficial.
Migrantes irregulares venezolanos están llegando a un albergue temporal de la Embajada de Venezuela, situado en la capital panameña, para gestionar su retorno voluntario a su país, tras verse obligados a renunciar al "sueño americano" debido a las nuevas normas estadounidenses.
Por su parte, el presidente de la República, Laurentino Cortizo, solicitó apoyo a Estados Unidos, dado que Panamá enfrenta casi sola la crisis migratoria.