De acuerdo con datos publicados por el Coordinador Eléctrico Nacional y las organizaciones Chile Sustentable y Ember Climate, entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, esas centrales ecológicas produjeron el 29 por ciento del fluido eléctrico consumido en el país.
Por el contrario, el uso de las termoeléctricas a base de carbón permitió generar el 27 por ciento.
El ministro de Energía, Diego Pardow, aseguró que esto se debe a una política de Estado con varios años de implementación con “un efecto importante en la sostenibilidad de nuestra matriz, pero también en precios y en términos de nuestra independencia estratégica».
Un asunto pendiente de resolver es la creación de un sistema seguro de almacenamiento, con el propósito de utilizar estos recursos en cualquier horario del día, más allá de los períodos de iluminación solar o frecuencia e intensidad de los vientos.
De todas maneras, a juicio de los especialistas es un paso adelante en el empeño de Chile de cerrar las plantas a base de carbón en 2030 y alcanzar la carbono neutralidad en 2050.