Caracas.- La periodista Carolina Amoroso, quien realizó un reportaje detallado sobre la situación de migración forzada a través de la Selva del Darién afirma que la ruta es un camino de «deshumanización». Considera que en América Latina no se está haciendo lo suficiente para apoyar a «los desterrados».
Durante una entrevista concedida al medio NTN24, Amoroso precisó que existe una gran desinformación en torno al Darién: «muchas personas llegan pensando que harán una ruta más corta y segura (…) pero nosotros hemos hablado con gente que ha sufrido cosas realmente terribles», en las vías consideradas de mayor seguridad.
Luego de 10 días de cobertura con el fin de mostrar la realidad de los migrantes, la reportera concluyó que el hecho de que se acuda a la ruta del Darién como vía de escape, expone las deficiencias presentes en América Latina.
«Claramente esto está fuera de todo control, de toda presencia de estado, de toda protección, te diría que es un camino de deshumanización que expone mucho de lo que está mal con nuestra América Latina, en principio el fenómeno de la exclusión», añadió Amoroso.
En este sentido, precisó que la exclusión es uno de los factores que impulsa a los individuos a migrar. Expuso que existen migrantes que salen de sus naciones porque «no se sienten posibilitados para construir un proyecto de vida» o garantizar su subsistencia dentro de sus naciones.
Asimismo, detalló que otro de los motivos de la migración está relacionado con la exclusión en algunos países receptores. La periodista tildó este fenómeno como un «derrotero de varias migraciones», para referirse a la discriminación y la xenofobia que sufren los inmigrantes en distintos países del continente americano, lo que además coarta las oportunidades de crecimiento que pueda tener el individuo.
«El Darién funciona como esa suerte de último deseo o último intento de ir por sueño definitivo que es el sueño americano (…) y que bajo esa promesa se internan en esta selva, exponiéndose a vivir atrocidades», apuntó.
Indicó que, junto a su equipo de trabajo, evidenciaron las historias de niños que llegaban a Canaán Membrillo a cargo de adultos que no eran sus padres, debido a que uno de los representantes sufrió lesiones graves, por lo que el otro se vio en la obligación de quedarse dentro de la selva para garantizar su protección, generándose posteriormente una reunificación familiar.
«Cuando uno va a este primer portal de recepción (Canaán Membrillo) lo que uno ve realmente son rostros de desolación, en muchos casos en estado de shock, algunas personas que ni siquiera pueden hablar (…) recuerdo solo un caso de una persona que se la veía entera», relató Amoroso para NTN24.
Además de tratarse de una emergencia humanitaria, detalló que dicha situación también tiene fuertes repercusiones en el área de la salud mental de quienes se enfrentan a dicha travesía, situación que en ocasiones se soslaya ante otras necesidades urgentes.
Aseveró que no son solo urgentes cubrir las necesidades inmediatas de comida o de alojamiento, «también lo es la necesidad de contención emocional frente a un hecho de estas características».
Detalló que dentro de la Selva, entre los viajeros se puede observar en diversas oportunidades la presencia de la solidaridad. Amoroso expresó que a veces, en las situaciones más apremiantes, «la humanidad muestra lo solidaria o extraordinaria que puede ser».
«Uno se encuentra también con algunos aspectos luminosos, más allá de que en el Darién no hay nada de luminoso, porque la experiencia es horrible, en las personas sí lo hay, hay esperanza, hay sueños de libertad», comentó.
Carolina Amoroso considera que desde distintos países de América Latina no se está haciendo lo suficiente para enviar un mensaje a «todos los desterrados, a todos los que sienten que no tienen un lugar en su tierra, para decirles que son bienvenidos en nuestros países, que pueden formar parte de nuestra construcción colectiva (…) que pese a que sabemos que han sido profundamente humillados, sabemos que tienen mucho para dar y para enseñarnos sobre esa capacidad de reconstrucción».
Igualmente, lamentó que los venezolanos sean uno de los grupos más afectados por casos de xenofobia, considerando que en el pasado Venezuela «fue refugio de nuestros exilios» y que siempre fue un país «de brazos abiertos, y es doloroso escuchar que muchas de estas personas hablan de situaciones de profunda violencia y discriminación que han sufrido», manifestó.