Un total de 167 millones de personas en la región no tienen acceso al agua potable y 17 millones carecen del servicio eléctrico, advirtió la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Un boletín de ese organismo sobre los recursos naturales señala que las grandes desigualdades respecto a servicios básicos se deben a las insuficiencias de infraestructuras de calidad para garantizar la seguridad hídrica y energética a todas las personas.
Precisa el texto que desde los primeros meses de 2022 estos sectores se encuentran especialmente amenazados debido al impacto de la guerra en Ucrania sobre el precio mundial de los combustibles fósiles e insumos básicos.
De acuerdo con la Cepal, invertir durante los próximos 10 años el 2,6 por ciento del producto interno bruto regional permitiría universalizar el acceso a estos servicios, sin dejar a nadie atrás.
“Lo anterior impulsaría la reactivación pospandemia generando hasta 3,4 millones anuales de empleos verdes directos en el sector del agua y 700 mil en la energía”, asegura la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.