“Llegamos a Piedras Negras, Coahuila, y agentes migratorios del Instituto Nacional de Migración (INM) y la policía nos rompieron en la cara los permisos que nos dieron en Tapanatepec, Oaxaca, y nos dijeron que no sirven”, denunciaron migrantes de origen venezolano, quienes por segunda ocasión continúan su hazaña de conquistar el sueño americano.
Leo Anderson Alvarado León y Edwin Rodríguez, ambos de origen venezolano están por segunda ocasión en Tapanatepec, Oaxaca, en donde esperan obtener nuevamente su Formato Migratorio Múltiple (FMM) , que es un permiso otorgado por el Instituto Nacional de Migración (INM), que les permite el libre tránsito durante dos semanas en territorio nacional.
A finales del mes de julio, el Instituto Nacional de Migración (INM) instaló en este municipio oaxaqueño un campamento móvil en una cancha de futbol con la intención de detener el flujo masivo de migrantes, en este lugar se les otorga un permiso de residencia temporal llamado “Formato Migratorio Múltiple”, tramite que demoran en obtenerlo entre seis y ocho horas sin que se les permita salir ni consumir alimentos.
“Faltaban 20 minutos para cruzar al otro lado, cuando llegaron los agentes de migración y la policía y nos quitaron los permisos y lo rompieron”, narraron ambos migrantes, quienes denunciaron que sufrieron agresiones físicas y verbales de parte de los agentes migratorios y la policía de esa zona.
Dijeron que fueron detenidos y llevados a la Estación Migratoria del INM en Piedras Negras, Coahuila en donde recibieron un trato discriminatorio.
“Estuvimos varios días encerrados y hacinados con un calor tremendo en un espacio de 8 metros cuadrados, éramos como 25 personas de diversas nacionalidades, había gente enferma que pedía ayuda, pero nadie nos ayudó, a mí me golpearon y finalmente me deportaron, ahora nuevamente andamos acá en Tapanatepec”, agregaron.
Además, indicaron que los alimentos que les brindaron durante su estancia en la estación migratoria fue agua, jugo de naranja y pan, lo cual dijeron es algo indigno, pues son seres humanos, y su único pecado es querer mejorar sus condiciones de vida.
“Nosotros estamos de paso, y no es justo que en Tapanatepec hagamos filas, nos arriesguemos durante varios días y finalmente nos digan que el documento que nos dan no sirva para nada, entonces de qué se trata todo esto”, señalaron.
Ambos migrantes reconocieron que no son los únicos que se encuentran por segunda ocasión en Tapanatepec, al contrario, son cientos quienes estando en el norte de México los regresan diciéndoles que el permiso que les dan en Tapanatepec es inválido.
Además señalaron, que además de Piedras Negras, también ocurre lo mismo en Monterrey y Ciudad Juárez.
«Entonces de qué se trata» reclamaron al mencionar que no es justo que en el sur el gobierno mexicano otorgue permisos y en el norte lo invaliden y además los traten muy mal.
El presidente municipal de Tapanatepec, Humberto Parrazales, informó que al día llegan entre 500 y 800 migrantes de diversas nacionales y que desconoce cuándo concluirá la entrega de trámites.
El munícipe oaxaqueño reconoció que hay un fenómeno de las dobles nacionalidades, es decir, migrantes nacidos en Venezuela, pero con hijas e hijos nacionalizados colombianos, ecuatorianos o panameños.
Ante el flujo masivo, la autoridad local interpuso veda de bebidas alcohólicas a los migrantes, y reconoció que la economía local ha aumentado, porque hay más venta de alimentos, renta de hospedaje y transporte público.