El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó una línea de crédito flexible de US$ 18.500 millones para Chile, informó el organismo multilateral.
Las autoridades chilenas tienen la intención de tratar la línea de crédito como "cautelar" y planean salir del acuerdo cuando las condiciones lo permitan, dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en un comunicado.
En mayo, funcionarios del país sudamericano notificaron al FMI que saldrían de un acuerdo de línea de crédito flexible de dos años que tenían desde 2020.
En ese momento Chile aceptó un acuerdo para suscribir una Línea de Liquidez a Corto Plazo (SLL, por su sigla en inglés) por 3.300 millones de dólares, que ahora queda sin efecto.
La línea de crédito flexible "es de carácter precautorio y temporal. Es otorgada a países que tienen fundamentos y marcos de políticas macroeconómicos muy sólidas que dan cuenta de la resiliencia de la economía y de la capacidad para responder a shocks externos", dijo el Banco Central chileno en una nota.
"La suscripción de la LCF no está sujeta a condicionalidades de ningún tipo por parte del FMI y se puede acceder a ella mientras el país cumpla con los exigentes criterios de calificación", añadió.
La jefa de la misión del FMI en Chile, Ana Corbacho, dijo a periodistas en una llamada que no había límites ni restricciones de tiempo para esta línea, y que el monto total estaría disponible en un escenario de shock económico.
La medida corresponde a un seguro o segunda línea de protección ante escenarios adversos de gran magnitud como un deterioro abrupto de las condiciones financieras globales o de los términos de intercambio, así como un escenario de actividad global más complejo.
(Información de Kylie Madry y Rodrigo Campos; reporte adicional de Natalia Ramos en Santiago. Editado por Aida Peláez-Fernández y Javier Leira)