La declaración anticipada de mercancías originadas en Centroamérica comenzó a ser obligatoria desde este miércoles para el comercio internacional que transita entre las fronteras de La Hachadura, en El Salvador, y Pedro de Alvarado, en Guatemala.
Las autoridades de ambos países anunciaron la implementación de un plan que próximamente se extenderá a los puestos fronterizos de San Cristóbal, Las Chinamas y Angiatú.
El Salvador y Guatemala comparten uno de los comercios más dinámicos de la región. De enero a julio de este año comerciaron US$2.086 millones. Por La Hachadura transita el 45% de las exportaciones salvadoreñas hacia el territorio guatemalteco.
“La aduana La Hachadura-Pedro de Alvarado se caracteriza por ser un punto importante de inflexión para las importaciones y exportaciones de bienes entre Guatemala y El Salvador”, dijo Werner Ovalle, Intendente de Aduanas de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), de Guatemala.
Pese a su relevancia estratégica, La Hachadura adolece de problemas como el congestionamiento, que puede llegar a 5 o 6 kilómetros de filas. Los tiempos de despacho aduanero demoran entre 24 y 72 horas.
La declaración anticipada pretende agilizar la circulación. “De 72 horas reducimos a alrededor de 4 minutos en la parte meramente aduanera” , aseguró Samadhy Martínez, directora General de Aduanas de El Salvador (DGA).
La declaración anticipada aplicará obligatoriamente a las operaciones que utilicen el formulario DUCA-F. Según la Secretaría de Integración Económica de Centroamérica (Sieca), la Declaración Única Centroamericana (DUCA) dispone de tres formularios.
El de tipo F sirve para el envío de mercancías originarias de Centroamérica; el D, cuando se intercambian productos de terceros países; y el T, para el traslado de mercancías bajo el régimen de tránsito internacional terrestre.
¿Qué es la integración profunda?
El programa se circunscribe en un proceso de “integración profunda” del Triángulo Norte de Centroamérica, es decir, Guatemala, Honduras y El Salvador.
“Este es un mensaje de voluntad que sin tener una unión aduanera real hemos utilizado las herramientas que nos dan los acuerdos internacionales y nuestros acuerdos regionales”, dijo Martínez, de la DGA.
La integración profunda es un proceso paralelo a la unión aduanera de Centroamérica, que Guatemala y Honduras comenzaron con la inauguración del primer puesto fronterizo integrado de Corinto, en 2017. A la fecha, con esta modalidad también operan El Florido y Agua Caliente.
El Salvador se incorporó al proyecto en julio del año pasado, recordó Francisco Lima Mena, secretario de Integración Económica de Centroamérica (Sieca), durante una presentación en la II Conferencia sobre el futuro de Centroamérica.
“El Salvador, en julio del año pasado, tomó la decisión de incorporarse nuevamente; estamos incorporando dos fronteras del lado de Honduras y dos fronteras del lado de de Guatemala con fronteras periféricas, es decir, fronteras que entran a este espacio, entendiéndose México y Nicaragua”, explicó Lima Mena.
Hasta la fecha, la inversión ronda los US$8,5 millones –cada país aporta US$5 millones. Para Lima Mena, se trata de una inversión accesible con potentes beneficios en las facilidades comerciales, pues el 95% de las mercancías ya circulan libres entre Honduras y Guatemala.
Para el Triángulo Norte, la integración es estratégica. “El 69% de las exportaciones intrarregionales suceden en este motorcito del norte de Centroamérica”, expresó Lima Mena.
Entre Guatemala, Honduras y El Salvador suman el 49% de la extensión territorial de Centroamérica –unos 250.000 kilómetros cuadrados; el 68% de la población y el 69% de las exportaciones intrarregionales, según la Sieca.
El gobierno de El Salvador convocó esta semana a la discusión de un nuevo Tratado Constitutivo de la Unión Centroamericana, una propuesta que plantea reformar los organismos actuales de integración para darles poderes supranacionales.