Las noticias económicas del país latinoamericano aparecen mixtas. Por una parte, un reporte del Banco Central indica que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile creció un 5,4% en el segundo trimestre, en medio de un avance en el sector de servicios.
El mercado, sin embargo, esperaba un alza del 5,7% entre abril y junio, según un sondeo de Reuters.
"Desde la perspectiva del origen, las actividades presentaron resultados disímiles; las mayores incidencias se registraron en las actividades de servicios", dijo el organismo en su informe.
"En contraste, entre las actividades que presentaron caídas destacaron la minería y el sector agropecuario-silvícola", agregó.
El PIB minero retrocedió un 4,5% mientras que el no minero creció un 7%.
Por su parte, la demanda interna tuvo un avance del 8,7% en el trimestre impulsada principalmente por el consumo de los hogares.
Desde la perspectiva del gasto, la mayor demanda interna fue compensada en parte por una caída de las exportaciones netas.
En tanto, el PIB desestacionalizado no varió en el trimestre.
La entidad anunció además que se espera que la economía local empiece a mostrar signos de desaceleración tras la fuerte recuperación que tuvo el año pasado tras el impacto de la pandemia de COVID-19. Y de hecho, los precios de la canasta básica de alimentos volvieron a subir durante el mes de julio, presionados por la inflación, y alcanzaron una variación histórica de 20,6% en doce meses.
De acuerdo a un reportaje de Biobio.cl, expertos pronostican que el indicador seguirá al alza en los próximos meses, aumentando también la línea de la pobreza que ya supera los US$ 540 mensuales para un hogar de cuatro personas.
El avance de la inflación tiene efectos prácticos sobre la economía, y si bien son muchos los productos y servicios que han subido de precio, los más sensibles son los alimentos, sobre todo la canasta básica que mide el Ministerio de Desarrollo Social.
Este indicador, que además es fundamental para definir los niveles de pobreza en Chile, viene muy presionado por el alza de precios y con los últimos datos del mes de julio registró una variación de 20,6%.
Desde que se mide (año 2013) nunca hubo un alza en doce meses tan pronunciado. Incluso, es más alto que el IPC (13,1%) y que la división de alimentos del IPC, que se ubica en 19,4%.
En números, esto implica que la canasta básica está costando $58 mil, $10 mil más que el año pasado.
¿Cómo se explica que el aumento sea más pronunciado que el IPC de alimentos? Tiene que ver sobre todo con los objetivos de cada indicador, según detalló Víctor Martínez, director del Centro de investigación de Empresa y Sociedad de la UDD.
Este precio de la canasta básica de alimentos, además de los efectos prácticos sobre la economía familiar, también tiene otras repercusiones, porque se liga directo a la forma de medir la pobreza en Chile.
Con los valores actuales, la línea de la pobreza para un hogar de cuatro personas se ubica en ingresos por $541 mil mensuales. Muy por encima de los US$ 470 que se exhibían el año pasado.
Con esta medición, considerando el comportamiento que han tenido los ingresos, la coordinadora del programa Pobreza, Vivienda y Ciudad de LyD, Paulina Henoch estimó un aumento de la pobreza debido al alza del costo de vida.
La encuesta Casen, que oficialmente mide la pobreza en Chile, comenzará a recolectar datos recién en noviembre de este año, por lo cual no actualizará los indicadores –al menos- hasta mediados de 2023.