El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la compañía española Agbar Agriculture firmaron un acuerdo de cooperación técnica con el que buscarán desarrollar iniciativas y proyectos conjuntos vinculados a la gestión sostenible del agua en el sector agrícola de América Latina y el Caribe (ALC).
La alianza tendrá una vigencia inicial de cuatro años y su objetivo principal es optimizar el uso de la gestión sostenible del agua proporcionando una mejoría en los procesos, además de buscar recursos alternativos a ser implementados en los países de la región seleccionados por ambas organizaciones.
Las áreas de cooperación que priorizará el convenio son las asociadas con la gestión de los recursos naturales, cambio climático y bioeconomía; desarrollo rural, productividad y competitividad; tecnológica de la información e innovación social.
El acuerdo fue suscrito en un acto oficial virtual por el Director General del IICA, Manuel Otero, y el Presidente de Agbar, Ángel Simón. En la firma del acuerdo, participó también el CEO de B2 International Consulting, Alexandre Barbosa, quien trabajó en el fortalecimiento de los vínculos IICA-Agbar y participará en la formulación de proyectos conjuntos”.
“Lo más importante del acuerdo es el día de mañana y como traducimos esto en acciones y proyectos que a la postre tienen que significar una mejora en la calidad de vida de la gente de nuestro continente y del mundo. Estamos con problemas muy serios de estrés hídrico. Es hora de pasar de los diagnósticos a la acción y esto traducirlo a proyectos estratégicos; siempre pensando en una agricultura con rostro humano y que debe ser vista como parte de la solución.”, dijo el titular del organismo hemisférico especializado en desarrollo agrícola y rural, Manuel Otero.
“Frente a los desafíos globales actuales, entre ellos el cambio climático y la escasez de recursos hídricos que afectan en gran medida la actividad agrícola, desde Agbar apostamos por las alianzas y la innovación tecnológica para la optimización de la eficiencia de la gestión sostenible del agua del sector. Creemos en la agricultura del futuro, con el objetivo de acelerar la transición ecológica, así como de mejorar la calidad de vida de las personas”, agregó por su parte Ángel Simón.
Ambas entidades, como parte de la alianza, intercambiarán experiencias y conocimientos, brindarán asesoría directa, intermediación técnico-científica, entre otras, en la elaboración y ejecución de proyectos relacionados con el objetivo principal de la sinergia.
Un sector esencial contra el cambio climático
El agropecuario es un sector clave tanto para la adaptación al cambio climático como para la mitigación, por lo que los países de África y las Américas deben trabajar en el desarrollo del inmenso potencial que la producción de alimentos posee como parte de la solución al calentamiento global, tal y como concluyeron los mandatarios y especialistas en la reciente “Cumbre África-Américas sobre Sistemas Agroalimentarios”, que tuvo lugar en Costa Rica la pasada semana.
En el encuentro, que sirvió para sentar las bases para una mayor colaboración entre los dos continentes ante las amenazas a la seguridad alimentaria global, participaron ministros, viceministros y altos funcionarios de Agricultura, Medio Ambiente y Ciencia y Tecnología de 40 países.
Entre las conclusiones más destacadas se destacó que “la actividad agropecuaria enfrenta un contexto desfavorable, por una pandemia todavía no plenamente superada, agravada por el conflicto en Europa. Debemos pensar cuáles son los riesgos y oportunidades que tenemos. Enfrentar los desafíos significa aumentar las producciones y la productividad por unidad de superficie; también, asegurar la sostenibilidad ambiental”.
Para convertir desafíos en oportunidades la Cumbre señaló que es necesario articular la realidad de cada país con las necesidades globales, utilizando los recursos locales para generar exportaciones, apelando a las tecnologías de comunicación para aprovechar los nichos de demanda de lo que se puede producir y fomentando la participación comunitaria.
Todos los asistentes coincidieron en señalar la idoneidad de fijar las metas que se quiere alcanzar por medio de la transformación de los sistemas agroalimentarios y marcar unos objetivos cuantitativos, para luego diseñar instrumentos de política, costos y financiamiento.
“Hay grupos especiales que deben ser considerados para la transformación, como los pequeños productores, los grupos vulnerables, las mujeres y las juventudes. Será necesario articular la agricultura con la salud, con el medio ambiente y con la agroindustria y trabajar con el sector privado, además de articular con las agencias de desarrollo”, precisó Díaz Bonilla, profesional con más de 40 años de experiencia como economista y diplomático experto en temas de desarrollo y comercio que ha trabajado en diversos países.