La reapertura de la hostelería, el turismo, el aumento de la demanda y las condiciones financieras favorables permitieron a la región recuperar los niveles de empleo previos a la pandemia, señalan en un blog Gustavo Adler, Ilan Goldfajn y Anna Ivanova, del Departamento del FMI para las Américas.
La recuperación ha sido desigual pero todas las economías comparten una inflación alta.
Las economías del Caribe que dependen del turismo crecerán 3,4%, rezagadas en su recuperación porque siguen sin alcanzar el dinamismo turístico previo a la pandemia.
Por el contrario, Centroamérica, Panamá y República Dominicana, superaron los niveles de producción prepandemia, gracias en parte a la rápida recuperación en Estados Unidos, a través de fuertes exportaciones y entradas de remesas de sus nacionales en ese país. El FMI prevé que sus economías crezcan 4,7% este año.
Pero los vientos están cambiando. Los precios de algunas materias primas han caído, la inflación no cede, las interrupciones de la cadena de suministro persisten y los bancos centrales suben las tasas de interés, lo cual enfría el consumo y la inversión. Todo ello en un contexto de demanda mundial deprimida, alerta el blog.
El FMI estima que los precios en la región seguirán altos durante algún tiempo, con una inflación de 12,1% este año y de 8,7% en 2023, una de las más elevadas de los últimos 25 años.
Ante esta situación los autores del blog recomiendan a los gobiernos de la región que garanticen la sostenibilidad fiscal pero sin dejar de ayudar a las personas más vulnerables "con acciones específicas y si es necesario, medidas temporales durante un período de crecimiento más lento y alta inflación".