InSight Crime estableció cómo la megabanda criminal Tren de Aragua participa en el delito de trata de personas, en su mayoría venezolanos sin documentación hacia países de la región, teniendo Chile como destino final en muchos casos. El modus operandi, indicó el centro de investigación en un análisis, comienza en Venezuela, Colombia o en las trochas entre ambos países.
Un experto en temas migratorios, que prefirió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad, dijo a InSight Crime que en ciudades como Cúcuta, en Colombia, hay personas que “arreglan” todo el viaje y captan, sobre todo, a menores de edad. Los trasladan por todas las trochas hasta llegar a otros países.
Así, en países como Colombia los delincuentes se han involucrado en el tráfico de migrantes, les prometen el traslado ilegal a otros países. Pero en Chile la banda estaría incursionando en el delito de trata de personas, donde las retienen contra su voluntad, forzándolas o coaccionándolas para obligarlas a ofrecer servicios, usualmente sexuales.
A principios de julio, el medio boliviano El Deber reseñó que el Tren de Aragua secuestra a mujeres venezolanas en ese país para obligar a sus esposos a transportar drogas hasta Chile. Divulgó la experiencia de Mijaíl, un migrante que está preso porque en la frontera las autoridades le consiguieron la droga.
Días antes habían secuestrado a su esposa y a su hija. Los delincuentes lo amenazaron: si quería volver a ver a su familia debía transportar cocaína y solo así se reencontraría con sus allegadas en suelo chileno. Pero no lo logró. Sus seres queridos, reseñó el medio boliviano, podrían estar viviendo un calvario en alguna ciudad de Chile.
InSight Crime identificó que los delitos están correlacionados y existen alianzas entre grupos criminales para captar víctimas y trasladarlas de forma ilegal por las fronteras. Advirtió de que la organización criminal se está aprovechando de las condiciones precarias de familias enteras para obtener más ganancias.
“Lo que existe es una red que viene desde Venezuela, atraviesa Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y llega finalmente a Chile. En Bolivia en realidad existen dos aristas: una que va directamente a Brasil y otra a Chile. Son redes que están interconectadas, que se van apoyando entre ellas, recepcionando migrantes en distintas zonas y encauzándolos al lugar donde van dirigidos. No es una red nacional sino una red internacional que se dedica a esto”, señaló Hardy Torres, fiscal adjunto jefe de la fiscalía local del Tamarugal en Chile, al medio Ciper.