Un centenar de migrantes de diversas nacionalidades partió hacia la localidad de Huixtla, en el estado mexicano de Chiapas a fin de solicitar la documentación que les permite llegar a la frontera de Estados Unidos.
El recorrido inició en las oficinas de regularización migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM), de Tapachula, Chiapas luego de estar varios días en los alrededores a la espera de la autorización.
Se estima que las marchas y protestas frente a la institución presionaron a las autoridades para dar el permiso de tránsito, trámite que ralentizan a cambio de dólares que estos migrantes no poseen.
El recorrido de unas 16 horas caminando se hace bajo el sol y temperaturas superiores a 30 grados centígrados por unos 50 kilómetros de asfalto que separan a las localidades de Tapachula a Huixtla.
En un intento por sobrevivir, varios migrantes haitianos tuvieron un altercado con vendedores del centro de la ciudad a causa del espacio de venta.
Al respecto, el presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, Wilner Metelus, pidió a las autoridades de Tapachula intervenir.
En la última semana se han reportado varias caravanas de migrantes que parten de Tapachula con un permiso temporal de 30 días que les da rango de tiempo para pedir asilo en la frontera estadounidense.
Todo ello sucede en un contexto político donde los presidentes de México y EE.UU., dialogan sobre sus políticas migratorias apoyadas en factores como la necesidad de migrantes en la nación norteamericana para trabajos de servicio.
La ola migratoria actual que vive Latinoamérica está incentivada por el impacto de la pandemia, la crisis económica y de combustibles alrededor del mundo.
Las caravanas se enfrentan a la ruta con carencias económicas y, en muchos casos, desgaste físico por los requerimientos de las travesías terrestres entre países.