En el grupo de 44 indocumentados había madres con hijos pequeños
Unos 44 migrantes, entre ellos varios de nacionalidad cubana, fueron interceptados cuando viajaban en un autobús de turismo que avanzaba sobre una carretera del sureste mexicano.
El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que, además de las personas provenientes de la Isla, también eran transportadas gente de Ecuador, República Dominicana y Guatemala.
La detención ocurrió en un punto de revisión instalado entre las localidades de Halachó, Yucatán; y Becal, Campeche. En esta labor también participaron agentes de la Guardia Nacional y policías locales.
En imágenes compartidas por la dependencia mexicana se ven algunas madres con sus hijos en brazos, momentos después de ser bajadas del autobús y mientras esperaban los transportes del INM.
Por lo general, los núcleos familiares de indocumentados quedan bajo el resguardo del Sistema Integral para el Desarrollo de la Familia, el resto es movilizado a centros de detención desde donde se define la deportación o la oportunidad de iniciar el trámite de la visa humanitaria.
Hace unos días se reiteró que los migrantes cubanos corren el riesgo de ser víctimas de trata de personas en el sureste mexicano, conformado por los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
Mónica Zaldívar, asistente del Proyecto en la Unidad contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), explicó que los involucrados en este delito enganchan a los antillanos, generalmente, con un puesto en algún restaurante u hotel.
Posteriormente, bajo amenazas o promesas de ser movilizados hasta la frontera, terminan siendo víctimas a través de una red de explotación laboral o sexual.
Además de lo anterior, los cubanos y personas de otras nacionalidades, que pagan para ser movilizados en el territorio mexicano de forma ilegal, corren el riesgo de sufrir aparatosos accidentes de tránsito.
Los traficantes manejan a alta velocidad o en algunas ocasiones son choferes nuevos que desconocen las carreteras mexicanas.
La semana pasada, un total de siete indocumentados centroamericanos perdieron la vida cuando el autobús en el que viajaban se fue a un barranco situado entre los estados de San Luis Potosí y Zacatecas, centro-norte de México.
En la unidad viajaban personas de Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá. Los sobrevivientes de este hecho recibieron visas humanitarias para que puedan movilizarse en México sin el riesgo de ser interceptados.
El autobús comenzó su recorrido desde el municipio de Zacatepec, ubicado en el Estado de México, con destino a la frontera para que los indocumentados cruzaran a solicitar asilo en Estados Unidos.