La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, dijo este miércoles que la guerra en Ucrania tendrá un "impacto serio" en América Latina y el Caribe, una región fuertemente azotada por la pandemia de la covid-19.
"La guerra en Ucrania ha provocado y va a continuar provocando una crisis tridimensional en el alimento, la energía y las finanzas. Y esto va a tener un impacto serio en Latinoamérica y el Caribe, que ya ha sido impactada por la pandemia", declaró Bachelet en una entrevista grabada y transmitida este miércoles durante la primera jornada del foro "Bloomberg New Economy Gateway Latin America" que se desarrolla en la capital de Panamá.
La alta comisionada de la ONU prevé que habrá un mayor impacto en las poblaciones "vulnerables", especialmente con el aumento del precio de los alimentos y la energía.
"Hemos visto en Latinoamérica y Europa cómo la inflación ha ido en aumento y cómo continúa creciendo, (por eso) para proteger a los excluidos y las poblaciones vulnerables debemos trabajar con los gobiernos", dijo Bachelet.
Esta colaboración con los gobiernos pasa por "fortalecer los programas de protección social, los sistemas de ayuda financiera deben invertir de manera crítica en el desarrollo sostenible y (se debe) aumentar las ofertas de trabajo".
“Lo que veo es una angustia en Latinoamérica y el Caribe”, agregó Bachelet.
La alta diplomática de la ONU expresó que aún no se puede "decir con claridad cómo va a terminar (la guerra)", pero que están "promoviendo el alto al fuego y la conversación a nivel político".
Bachelet participó en el foro organizado por Bloomberg en Panamá, en el que no hubo acceso a la prensa gráfica.
El impacto de la guerra en Ucrania, que inició hace casi tres meses, ha frenado la recuperación económica mundial, según previsiones de la ONU.
En concreto, Latinoamérica, la región más golpeada por la pandemia de la covid-19, crecerá este año un 2,1 %, lo que supone una rebaja de una décima del cálculo de enero, que ya mostró una recuperación lenta por los precios más altos de las materias primas y una demanda menor de China y EEUU.
La región vive una fuerte subida de los precios de la energía y los alimentos, incentivadores de la inflación, que llegará el 14,6 % este año.