La agencia Moody's mejoró de "estable" a "positiva" su perspectiva para las empresas de telecomunicaciones en América Latina, aunque advirtió de riesgos por la inflación y los efectos de la invasión de Rusia en Ucrania.
La calificadora pronosticó un incremento de 3 % para 2022 y de casi 10 % para 2023 en el rendimiento antes de impuestos y derechos (ebitda) del sector gracias a "eficiencias, fusiones y adquisiciones y consolidación, así como inversiones sólidas pero estables".
"Los márgenes de ebitda y ebitda absoluto de las compañías de telecomunicaciones aumentarán durante este período a medida que continúen capitalizando las eficiencias que obtuvieron en 2020 durante el confinamiento", expuso Rosa Morales, vicepresidenta asistente de Moody's Investor Service en un comentario.
Aunque la agencia no lo enunció, el sector de telecomunicaciones se ha visto impactado por operaciones como la venta que hizo la mexicana América Móvil de Tracfone a Verizon en Estados Unidos, y la venta que hizo la española Telefónica de las torres de Telxius en Latinoamérica.
Mientras que Telcel, de América Móvil, y la estadounidense AT&T han comenzado el despliegue de las redes de 5G en México.
"El modelo de minimización de activos cada vez más común en el sector de telecomunicaciones de América Latina, con empresas que venden torres y otro tipo de infraestructuras pasivas. Sólo tiene implicaciones limitadas para la calidad crediticia de las compañías", comentó la analista Morales.
La calificadora señaló que en 2022 y 2023 los gastos de capital serán más estables para las operadoras de telecomunicaciones de América Latina que en años anteriores, ya que representarán un 19,5 % de los ingresos o cerca de 14.700 millones de dólares anuales.
Aún así, el monto absoluto de los gastos de capital será inferior a las inversiones por 15.000 millones de dólares realizadas en 2019, antes de que comenzara la pandemia.
Además, Moody's enunció la inflación y la competencia como factores que frenarán el incremento de los ingresos en 2022, en medio de las nuevas presiones inflacionarias por la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que también podría interrumpir las cadenas de suministro.
"Estos riesgos no forman parte de nuestro escenario base, pero persistirán a medida que continúe la crisis. Sin embargo, los fundamentos de largo plazo, incluyendo un mayor consumo de datos y tasas de penetración en la región, seguirán beneficiando al sector", concluyó el comentario de la agencia.