El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Constella Intelligence lanzaron una publicación conjunta que detalla algunos de los debates claves que se han desarrollado en los canales digitales de América Latina y el Caribe en torno a la COVID-19. El estudio revela los riesgos que la contaminación de la información representa no sólo para la efectividad de las respuestas a la pandemia sino también para la cohesión social y el funcionamiento de los sistemas de gobernanza.
La publicación, titulada “Explorando los debates en línea de COVID-19 y la contaminación de la información en América Latina y el Caribe” (en inglés), encontró que una cantidad significativa de contaminación de la información se crea al reempaquetar, reformular y reproducir contenido creado por los principales medios de comunicación y que aproximadamente el 1,4 % del contenido revisado en la región podría clasificarse como contaminación de la información. Si bien la proporción puede parecer pequeña, corresponde a medio millón de piezas durante cuatro meses, lo que tiene un impacto significativo en las audiencias vulnerables. Como parte del análisis, PNUD y Constella Intelligence ahondaron en el volumen significativo de conversaciones relacionadas con la COVID-19, revelando la verdadera naturaleza de las discusiones en línea durante la pandemia para ayudar a identificar vulnerabilidades e informar estrategias para contrarrestar los efectos más dañinos de la contaminación de la información.
El análisis exploró el ecosistema digital público en español e inglés desde octubre de 2020 hasta febrero de 2021, capturando 37 millones de resultados de 4,4 millones de perfiles en todas las plataformas públicas, incluidos Twitter, Facebook, YouTube, Instagram, medios, blogs y otras comunidades en línea. El informe concluye que la mayor parte de la contaminación de la información se origina fuera de la región de América Latina y el Caribe.
“El PNUD ha identificado la contaminación informativa como un problema clave que puede afectar múltiples problemas de gobernanza y desarrollo. En América Latina y el Caribe, la batalla contra la desinformación ya estaba tomando forma antes de la COVID-19 y probablemente seguirá siendo motivo de gran preocupación durante mucho tiempo. Este informe ofrece información relevante basada en nuevos métodos de investigación y análisis y proporciona recomendaciones prácticas sobre cómo promover la integridad de la información a corto y largo plazo”, dijo Luis Felipe López-Calva, Subsecretario General de la ONU y Director Regional del PNUD para América Latina y el Caribe.
El documento recomienda que todas las respuestas a corto y largo plazo para abordar la contaminación de la información deben llevarse a cabo poniendo los derechos humanos al centro. Es importante que cualquier solución no estigmatice injustamente a los usuarios y las usuarias por el uso legítimo de Internet ni interfiera indebidamente con sus derechos. En ese sentido, el PNUD está apoyando a sus socios nacionales para promover la integridad de la información (en inglés) a través del fortalecimiento de la capacidad de las instituciones públicas para promover el acceso a fuentes de información confiables y precisas; el mejoramiento de la capacidad de los medios de comunicación para gestionar la contaminación de la información; incrementando la resiliencia pública a la contaminación de la información; y desarrollando políticas de integridad de la información basadas en evidencia y con enfoque de derechos.
“La investigación realizada por Constella y el PNUD es un gran ejemplo de la importancia de las colaboraciones público-privadas que brindan información sobre las tendencias globales y locales que surgen de la esfera pública digital. Ese trabajo conjunto es esencial para detener la propagación de la contaminación de información multilingüe. La COVID-19 es solo la punta del iceberg”, dijo Alex Romero, Director de Operaciones de Constella Intelligence.
El informe también insta a los líderes políticos, agencias gubernamentales, medios de comunicación, empresas de redes sociales, sociedad civil, líderes religiosos y comunitarios, personas influyentes y personalidades a trabajar juntos para contrarrestar la contaminación de información sobre la COVID-19, vacunas y más en la región.
“Esta investigación es parte de una iniciativa global para mejorar la comprensión sobre la desinformación y cómo afecta la gobernanza inclusiva y la consolidación de la paz en los contextos donde opera el PNUD. El conocimiento que obtengamos del informe se utilizará no solo en nuestras respuestas regionales, sino también para informar los debates de políticas globales sobre el papel de la desinformación en el sur global, que sigue siendo poco conocido”, dice Arvind Gadgil, Director del Centro de Gobernanza Oslo del PNUD.
Esta iniciativa fue apoyada y fue posible gracias a la financiación del Gobierno de Noruega. Descarga el informe en inglés aquí y obtén información sobre las tendencias clave de las redes sociales, dónde se origina geográficamente la contaminación de la información, cómo se propaga dentro y fuera de las fronteras, y qué narrativas se han propagado de manera más efectiva.