El Banco Mundial (BM) rebajó la proyección de crecimiento económico para Latinoamérica y el Caribe para este año del 2.6% al 2.3% ante la incertidumbre por el coronavirus, la alta inflación y la guerra en Ucrania.
En su informe semianual para la región, la institución con sede en Washington también redujo la perspectiva de crecimiento para 2023, que pasó del 2.7% al 2.2%, y situó la de 2024 en el 2.4%.
Según el BM, estas subidas del Producto Interior Bruto (PIB) permitirán a la mayoría de los países de la zona revertir las pérdidas que experimentaron en los dos últimos años por la crisis económica derivada de la pandemia.
Sin embargo, de confirmarse estas proyecciones, el crecimiento de Latinoamérica y el Caribe se situará entre los más bajos del mundo, a un nivel similar al de Oriente Medio y el Norte de África, y por debajo del África subsahariana, Europa y Asia.
“El crecimiento (previsto) no es suficiente para contribuir a paliar los niveles de pobreza en la región, y además es un retorno a las tasas de crecimiento de la década de 2010, cuando Latinoamérica y el Caribe crecían por debajo del resto del mundo”, indicó el economista jefe del BM para la región, William Maloney, en la presentación del informe.
Maloney dijo que se trata de un “problema estructural” más allá de las dificultades causadas por la pandemia y explicó que los retos que ya existían antes de 2020 están volviendo a salir a relucir, como el elevado porcentaje de empleo informal y los altos índices de pobreza.