El expresidente de la República Dominicana Leonel Fernández aboga por recapitalizar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el objetivo de conceder préstamos a los países de renta media para hacer frente a la crisis derivada de la pandemia de covid-19 y del conflicto en Ucrania.
Una cuestión que, a su entender, se debe abordar en la IX cumbre de Las Américas que se celebrará en los Ángeles el próximo mes de junio, según manifestó en declaraciones a Efe durante el Foro Global @ Casa Campo, donde analistas y políticos analizaron las perspectivas del próximo encuentro regional.
La cumbre “va a producirse en un contexto de fuertes tensiones geopolíticas, de manera especial por la invasión de Rusia a Ucrania” y, por otra parte, “estamos todavía bajo los efectos económicos de la pandemia”, dijo Fernández.
Con ese panorama, la agenda de Estados Unidos y Canadá con respecto a América Latina y el Caribe durante la cumbre estará “muy condicionada por lo que está pasando en el plano internacional”, afirmó el exmandatario.
LA NECESIDAD DE RECAPITALIZAR EL BID
En el aspecto económico, “puede ser de importancia para América Latina una recapitalización del Banco Interamericano de Desarrollo a los fines de poder conceder préstamos concesionales o con bajas tasas de interés”, todo ello bajo “una política orientada a los países de renta media”, opinó.
“Hasta ahora, en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial hay una preocupación por los países muy pobres, altamente endeudados, pero también hay que pensar en los países de renta media, como República Dominicana” y otras naciones de la región, que “han superado la situación de pobreza extrema, de indigencia, pero que todavía están en una fase muy frágil”, dijo.
Estos países requieren de recursos económicos para poder enfrentar el alza de los precios del petróleo, del gas y de las mercancías en sentido general, “sobre todo, considerando que somos países importadores netos” y se precisa de “protección especial”, argumentó.
“La cumbre es el marco ideal para reflexionar sobre estos temas y salir con propuestas relevantes para la plena recuperación de nuestros países” que, como en el resto del mundo, enfrentan problemas de deuda, de inflación o de desempleo“, dijo Fernández.
LA SITUACIÓN DE NICARAGUA
Asimismo, señaló la importancia de tratar, fuera del plano económico, el fortalecimiento del estado de derecho, de la democracia y de los derechos humanos.
En este sentido, aludió al exembajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) Arturo McFields, que el 23 de marzo, tras cinco meses en el cargo, se rebeló contra el presidente Daniel Ortega al denunciar la “dictadura” que sufre su país y exigió la liberación de los presos políticos.
Para Fernández, la reacción de McFields, por la que fue inmediatamente cesado del cargo, “es sorprendente”, al tiempo que “refleja la preocupación que hay sobre el estado de derecho en Nicaragua”.
“Nosotros quisiéramos que se pudiera producir un diálogo político, sobre la base del respeto y la consideración mutua”, que hiciera entender a Ortega “que hay normas universales de convivencia que tienen que ser respetadas por todos los países”.
Ortega, “al que todos aplaudimos y respetamos cuando se produjo el triunfo de la revolución sandinista, enfrentando una dictadura”, debe comprender que “la única forma legítima y legal de mantenerse y llegar al poder es a través de elecciones, de la voluntad popular”, apuntó.
“Creo que ese diálogo político podría ser útil para tener una Nicaragua democrática, plural y diversa, y que esa la base para la prosperidad y bienestar del pueblo nicaragüense”, agregó.