Un informe de IE University señala que el crecimiento de las inversiones españolas en Latinoamérica se reactivarán este año. Colombia sigue siendo un gran receptor de capitales.
Se presentó en Madrid, España, la última versión del informe “Panorama de Inversión Española en Iberoamérica”, que elabora cada año la Universidad Instituto de Empresa. Las cifras son producto de una encuesta a más de 106 empresas españolas con presencia en América Latina, como: BBVA, Abengoa, Mapfre, Santander, Telefónica, NH, entre otras, que busca conocer el comportamiento y las expectativas con las inversiones españolas en nuestra región.
Señala el informe que el 77% de las empresas españolas planea aumentar su inversión en América Latina este año. La cifra significa un incremento frente al 65% que espero hacerlo en 2020.
Con más de 150 mil millones de dólares, España es el segundo inversor en los países latinoamericanos. Las 10 empresas españolas más grandes consiguen el 20% de sus ganancias en América Latina. Asimismo, las empresas grandes y medianas calculan que las cifras de sus negocios latinoamericanos serán superiores a lo que obtendrán en su país en un plazo de tres años.
El crecimiento de las inversiones es evidente después de que una buena cantidad de estas, prevista para 2020, en medio de la pandemia, estaban detenidas y ahora se reactivarán. México, Perú, Brasil, Chile y Colombia son los países donde las empresas españolas esperan aumentar más su inversión este año.
Sobre Colombia, es fundamental en la atracción de inversiones ventajas competitivas como: ubicación geográfica, acuerdos de libre comercio y acceso a materias primas; además de la consecución de mano de obra calificada. En 2020, el país ocupaba el primer lugar en cuanto a expectativas de crecimiento económico, ahora es quinto, pero puede que sea un lugar momentáneo mientras sale de las incertidumbres naturales de los procesos electorales.
En cuanto a los factores principales que más preocupan a las empresas españolas listas para invertir en América Latina se encuentran: inestabilidad política, desaceleración económica e inseguridad jurídica.