Colombia ha sido uno de los muchos países que se han pronunciado en contra del ataque e invasión por parte de Rusia a Ucrania en las últimas semanas. El presidente Iván Duque indicó que tuco una conversación con Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, donde reiteró esta postura.
Por otro lado, el mandatario también indicó que puso a disposición apoyo humanitario, así como el compartir experiencias en materia de atención migratoria a países como Polonia, Rumania y Eslovaquia, países que están recibiendo a civiles ucranianos que huyen de la guerra.
"Estamos apoyando en dos temas: Uno muy importante es el desarrollo humanitario, lo que significa aportar recursos para atención humanitaria. Y dos, como ya lo habíamos hecho con los presidentes de Rumania, Polonia y Eslovaquia, estamos acompañando también los temas de gestión migratoria", indicó Duque.
Sostuvo que Colombia ha obtenido gran experiencia en temas migratorios gracias a los más de 1.8 millones de migrantes venezolanos que el país ha recibido durante su gobierno.
"Nosotros ya tenemos una experiencia en atención en frontera, en nutrición, en atender necesidades, pero también de inclusión, entonces estamos transmitiendo este conocimiento a través de la OTAN, que es un lugar de buenas prácticas", señaló.
Por su parte, a través de su cuenta en Twitter, el secretario general de la OTAN destacó que sostuvo una "buena discusión con el presidente Iván Duque, Socio de OTAN. Naciones afines se unen para condenar la brutal agresión de Rusia contra Ucrania".
El conflicto en Ucrania se ha convertido en uno de los hechos más impactantes del último tiempo, debido a la amenaza por una guerra y la desestabilización de occidente. Además, la crisis humanitaria y migratoria se acentúa cada día más.
egún un reporte de Filippo Grandi, alto comisionado para la Agencia de Refugiados de la ONU, el número de personas que han tenido que huir del país desde el inicio de la invasión rusa ya asciende a tres millones.
Además, la Unicef ha asegurado que de este total, 1,4 millones son niños que han tenido que salir de su país solos o en compañía de sus padres. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), también hay 157.000 ciudadanos de otros países que huyeron de Ucrania.